La Empleada Lo Sabe
Tendiendo sábanas, oí ‘que no se entere’—y entendí que él vaciaba la cuenta de la Señora…
Revisando la mesa, hallé un sobre bancario abierto—y entendí que él ocultaba dinero…”
Al limpiar su camioneta, hallé un recibo oculto—y supe que mi Patrón robaba a la Señora…
Al limpiar el escritorio, vi una firma falsificada—y supe que mi Patrón cruzó el límite…
Mientras tendía las sábanas, oí ‘que no se entere’—y confirmé que él movía su dinero…
Regando las plantas, escuché ‘borra el registro’—y supe que él ocultaba movimientos…
Lavando los platos, oí a mi Patrón decir ‘usa su tarjeta’—y entendí todo…
Sacudiendo el sillón, encontré un recibo roto—y entendí por qué la Señora no tenía saldo…
Limpiando la sala, oí a mi Patrón decir ‘es nuestro secreto’—y supe que robaba a la Señora…
Doblando toallas en el baño, hallé un sobre marcado—y descubrí el dinero que él escondía…
Cocinando el desayuno, escuché ‘saca todo hoy’—y supe que mi Patrón vaciaba la cuenta…
Barrí el pasillo y oí a mi Patrón decir ‘ella nunca sabrá’—y supe que hablaba del dinero…
Planchar en la sala me hizo oírlo todo—mi Patrón vaciaba el dinero de la Señora en secreto…
La Señora preguntó por su tarjeta fallida—y yo ya sabía que mi Patrón le quitaba el dinero…
Mientras tendía la ropa, vi un recibo oculto—y entendí que mi Patrón vaciaba la cuenta de la Señora…
Yo, la empleada, hallé un sobre oculto en la sala—y supe que mi Patrón robaba a la Señora…
Mi Patrón dijo ‘no preguntes’, pero vi sus cuentas secretas—y entendí la traición a su esposa…
Mientras limpiaba la cocina, oí a mi Patrón decir ‘nadie sabe’—y descubrí su fraude…
Pensaron que yo era la peligrosa… hasta que se supo quién realmente rompía sus reglas.
Me acusaron de arruinar su hogar… hasta que el culpable confesó algo que nadie esperaba.
Me dijeron ‘no te metas’… hasta que encontré lo que su hijo escondía bajo el colchón.
Me culparon por un secreto que nadie debía encontrar… pero yo ya sabía la verdad.
Me trataron como invisible… hasta que vi quién se escondía detrás de la puerta cerrada.
Me acusaron de inventar chismes… pero cuando llegó la otra mujer, todo se derrumbó.
La señora me vigilaba como una ladrona… hasta que encontró la carta que yo había leído antes.
Me culpó de arruinar su fiesta… pero la verdad salió en plena celebración.