Myriam Arranz

Este proyecto nació durante 2020, cuando a raíz de la pandemia no podía dar clases presenciales. Entonces surgió la necesidad de explicarles algunos temas a mis alumnos, y el deseo de llevar enseñanzas cristianas a los niños de mi iglesia. Esas dos cosas son parte de mi vida y mi vocación. Entiendo que la formación del niño es integral: debemos asistir a sus necesidades físicas, emocionales, intelectuales y espirituales.
Doy gracias a Dios por las ideas y el ánimo que me ha dado durante este tiempo y me alegro cada vez que sé que el material sirve para muchos más de los que esperaba.
Deseo que este material siga siendo especialmente útil para padres, docentes e iglesias.
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