Ulises Hernando Chico

Las campanas, esos instrumentos vibrantes de metal que reposan en el cielo de los pueblos y ciudades, marcan el tiempo de nuestros vecinos y transmiten los sentimientos de la comunidad: alegran y alertan, cantan y lloran, alejan males, convocan al pueblo, e insulso reivindican la historia.

Siempre han estado ahí, y siempre lo estarán. Es un punto de encuentro entre las generaciones pasadas, las presentes y futuras. Incluso hay tantas cosas que no sabemos y que siempre hemos tenido curiosidad por conocer otras nuevas.

Cada toque es único y especial, hasta el tipo de campana, existen muchísimas formas y estilos en cada región que es necesario darlo a conocer a través de jornadas de aprendizaje y divulgativas. Es por eso que esta pasión y labor que tenemos y conservamos, es declarada un patrimonio cultural. Porque es historia viva, es la historia viva de mi vida.