Mary Ann Rodríguez

En el año 1994 el Señor me dijo: Prepárate porque vas a ser maestra. En el momento no lo entendí, pero aun así compré una biblia de estudio, un diccionario y un comentario bíblico. Nunca había oído de un llamado a la enseñanza, muchos creen que el llamado pastor-maestro es uno solo, así que guardé silencio. En el año 1996 mi pastor se paró en el púlpito y dijo: Voy a nombrar como maestra la persona que Dios me diga, haya estudiado o no haya estudiado. Y desde ese momento supe que iba a decir mi nombre aunque nunca hablamos de ese asunto. Hasta aquí Dios me ha ayudado y cada semana me enamora, me seduce, me envuelve de tal manera que no he podido resistirme. Amo su palabra y me apasiona enseñar. Y no, todavía no me ha permitido estudiar (créanme que lo he intentado). Yo se que es algo difícil de entender para muchos, pero en cuanto ami, "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón".