Autor de Salvación

La adoración de Dios, aparte de ser en Espíritu y en Verdad, debe estar llena del evangelio, llena de las proezas pasadas, presentes y futuras de Dios. Todas ellas las encontramos en la Escritura. Debemos cantar himnos y cánticos saturados de la Biblia. Debemos edificar nuestro espíritu, podemos emocionarnos espiritualmente pero, por las razones correctas y motivaciones adecuadas, Dios y su evangelio.

«La verdadera adoración implica un reconocimiento de la grandeza y majestad de Dios, así como un corazón maravillado y postrado ante esa grandeza.» - Sugel Michelén.