LA TRIPLE COLUMNA DE LA IGLESIA CAP. 7: SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA-BAUTISMO Y EUCARISTÍA
Автор: LA TRIPLE COLUMNA
Загружено: 2025-11-22
Просмотров: 23
1 JUAN 5, 6-8:
"El mismo es el que vino a través de agua y de sangre: Jesucristo; no en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es el que da testimonio, por cuanto el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio [en el cielo; el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra]: el Espíritu, y el agua, y la sangre; y LOS TRES CONCUERDAN."
San Clemente de Alejandría: "El espíritu es la vida, el agua es la regeneración y la fe, la sangre es el conocimiento, y ÉSTOS TRES SON UNO."
San León Magno: "Esto significa que el Espíritu de santificación, la sangre de la redención y el agua del bautismo, que TRES SON UNO Y SIGUEN SIENDO DISTINTOS, y ninguno de ellos se separa de la unión con los demás. Esta es la fe por la que la iglesia vive y se mueve."
CATECISMO:
LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
1212 Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. "La participación en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y, finalmente, son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos sacramentos de la iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad" (Pablo VI, Const. apost. Divinae consortium naturae; cf. Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos, Prenotandos 1-2)
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL
LA RECIPROCIDAD ENTRE FE Y SACRAMENTOS EN LA ECONOMÍA SACRAMENTAL:
6,2). Igual que podemos diferenciar el momento de la Pascua de Pentecostés, así también en la vida del cristiano que se inserta en la economía sacramental se dan dos momentos diferenciados e interconectados: el bautismo, que acentúa la configuración pascual, y la confirmación, que remite más directamente a Pentecostés, con la recepción del Espíritu, a la plena incorporación a la misión eclesial.
“Por el nuevo don del Espíritu está mejor capacitado para ser testigo vivo de la fe recibida, a semejanza de lo que ocurrió en Pentecostés.” (No. 98).
“Del mismo modo que la economía sacramental no se cierra con la Pascua, sino que incluye Pentecostés, de la misma manera la iniciación cristiana no se clausura con el bautismo.” (No. 101)
1213 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu ("vitae spiritualis ianua") y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo" ("El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra": Catecismo Romano 2,2,5).
1226 El Bautismo aparece siempre ligado a la FE: "Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa", declara san. Pablo a su carcelero en Filipos. El relato continúa: "el carcelero inmediatamente recibió el bautismo, él y todos los suyos" (Hch 16,31-33).
Fe y Bautismo
1253 El Bautismo es el sacramento de la fe (cf Mc 16,16). Pero la fe tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está llamado a desarrollarse. Al catecúmeno o a su padrino se le pregunta: "¿Qué pides a la Iglesia de Dios?" y él responde: "¡La fe!".
VII. La Eucaristía, "Pignus futurae gloriae"
1404 La Iglesia sabe que, ya ahora, el Señor viene en su Eucaristía y que está ahí en medio de nosotros. Sin embargo, esta presencia está velada. Por eso celebramos la Eucaristía expectantes beatam spem et adventum Salvatoris nostri Jesu Christi ("Mientras ESPERAMOS la gloriosa venida de Nuestro Salvador Jesucristo") (Ritual de la Comunión, 126 [Embolismo después del «Padrenuestro»]: Misal Romano; cf Tit 2,13), pidiendo entrar "[en tu Reino], donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte como Tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo, Señor Nuestro" (Plegaria Eucarística III, 116: Misal Romano).
Доступные форматы для скачивания:
Скачать видео mp4
-
Информация по загрузке: