SIN FORTUNA | URIEL HENAO ❌ JULIAN DAZA ( EN VIVO )

Nacimos sin fortuna, sin lujos, sin privilegios. Desde pelados nos tocó duro, sin que nadie nos tendiera la mano. Nos criamos en medio de la necesidad, con padres que trabajaban tanto que no había tiempo para abrazos ni palabras bonitas.

A muchos nos humillaron, nos ignoraron, y hasta el más miserable se sintió con derecho a mirarnos por encima del hombro. Y cuando la vida cambió un poco, vimos de cerca a los que se creen grandes… gente falsa, vanidosa, que se muere igual que todos y que el dinero no les sirve para nada en el cajón.

Nosotros seguimos caminando por donde nos lleva la vida, sin máscaras, sin pretender nada. Nos sentimos mejor entre los pobres, porque ahí sí hay corazón. A esa gente la respetamos, y al poderoso que cree que vale más, lo ignoramos.

No fuimos a la escuela, aprendimos de grandes, como muchos en este país. Con hambre no se estudia, con necesidad no se sueña, pero se sobrevive. Por eso volvemos al pueblo donde empezó todo. Donde sufrimos, sí, pero donde está lo verdadero.

Esto no es un cuento bonito, es la realidad. Y aquí la cantamos sin vergüenza, porque es la historia de muchos.

Letra SIN FORTUNA | URIEL HENAO ❌ JULIAN DAZA

Yo nací sin fortuna y sin nada,
desafiando al destino de frente.
Hasta el más infeliz me humillaba,
ignorándome toda la gente.

Y de pronto mi suerte ha cambiado,
y de pronto me vi entre gran, gran gente.
Esa gente fingirse dichosa
frente a un mundo vulgar y embustero,
gente hipócrita y ruin,
vanidosa,
que de nada le sirve el dinero,
que se mueren lo mismo que el pobre
y su tumba es el mismo agujero.

Ahora voy por distintos caminos,
voy siguiendo tan sólo al destino.

Y entre pobres me siento dichoso,
si es amando, doy mi amor entero.
Con los pobres me quito el sombrero
y desprecio hasta el más poderoso.

(Estribillo)
Soy cabal, sincero y decidido,
he labrado mi propio destino.
Yo le tiendo la mano al amigo,
pero al rico jamás me humillo.

Yo nunca tuve el calor de un beso,
mis pobres viejos trabajaron tanto
que no tuvieron tiempo para eso.
Y así crecí sin ignorar el llanto.

No fui a la escuela, yo aprendí de grande,
para esas cosas no alcanzaba un pobre.
La letra no entra cuando se tiene hambre
ni hay quien te tienda la mano si eres pobre.

Por eso vuelvo a este pueblo viejo
donde la vida me trató tan mal.
Esta es mi gente, que por nada dejo,
aunque volviera yo a sufrir igual.