Hititas: Imperios Bíblicos desaparecidos

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La historia de los hititas, o Hatti, se remonta hasta el el 1.700 a.C y va a tener una duración de unos 1.600 años, es decir, hasta que en torno al 1.200 desaparecen sin dejar rastros
durante milenios.

Los hititas fueron una de las 3 potencias hegemónicas en su época, siendo considerados sus reyes al mismo nivel que los Faraones egipcios o los reyes Babilónicos.

Su historia estuvo silenciada durante milenios, nada se sabía de ellos, apenas algunas referencias en la Biblia y luego un sepulcral olvido. Pero en el siglo XIX, el arqueólogo francés Charles Texier, descubrió en Turquía unas ruinas de una civilización desconocida, que en 1880 serían identificadas como El Imperio Hitita perdido por Henry Syce. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, las especialistas consiguieron traducir el lenguaje de los hititas, que era una variante del cuneiforme de mesopotamia y también otro tipo de inscripciones jeroglíficas. Gracias a estas aportaciones, podemos hoy reconstruir parte de esta gran civilización.

A los hititas hay que enmarcarlos geográficamente en la actual Anatolia, en Turquía, y su periferia.

Parece ser que su nombre original no eran los hititas, sino que los primeros hititas era un pueblo que vivía en Hatussa y que fue conquistado por estos guerreros, que a la postre iban a ser llamados también hititas por los mesopotámicos y egipcios.

¿Por qué lo sabemos? Porque estos nuevos hititas tenían una lengua indoeuropea, a diferencia de la lengua Sumeria y semítica de las zonas cercanas.

Podemos decir entonces, que existían una serie de prehititas. Los hititas que hoy conocemos posiblemente hubieran emigrado desde las estepas del sur de Rusia hasta Anatolia, en torno al año 2000 a.C. Poco a poco se irían asentado en la zona y haciéndose cada vez más fuertes, mezclándose también con los pueblos locales, hasta lograr dominarlos y hacerse con el control imponiendo su propia cultura.


El imperio Hitita tiene una duración de unos 500 años, que suelen ser divididos en dos etapas: el Reino Antiguo y el Reino Nuevo.

El primer rey hitita que conocemos es Labarna, pero parece que fue un rey mítico, porque no hay testimonios de su existencia. También pueden pertenecer a leyenda, Pitkhana y Anitta, del que se cuenta que estableció la capital hitita en Kanes, uno de los centros comerciales más importantes de la época, que tenía un fluido comercio con los asirios, como hemos visto en otros vídeos al hablar sobre sus famosas tablillas cuneiformes.

Si es cierto que Anittas reinó, debió hacerlo durante la primera mitad del 1600 a.C. Sometió a la ciudad de Hattusa y llegó a destruirla. Estableció su capital en la cercana Nesa.

Oficialmente, el Imperio Hitita empieza con el rey Hatussili I, del que tenemos más información, y cuyo reinado abarca desde desde el 1650 al 1620 a.C. reino. Hatussili trasladó su capital a Hattusa, de ahí su nombre, Hatussili. Desde Hatussa organizó y centralizó sus territorios, llevando a cabo numerosas guerras contra sus vecinos de Siria, Alepo o Arzawa.

A pesar de su expansión, el Imperio Hitita carecía de una administración avanzada para controlar los territorios que iba anexionando.

Hatussili le dejó el trono a su nieto Mursili, que siguió ampliando las fronteras y se atrevió a desplazarse al sur para hacer incursiones en el territorio de Babilonia, a la que posiblemente saqueara con el fin de rapiñar sus riquezas. Podemos decir, que hasta este momento los Hititas se comportan como un estado predador, haciendo las batallas para obtener botines y riquezas, pero con poca capacidad para administrar lo conquistado.