ANÉCDOTAS DE JOSE MARIA MUÑOZ

La Iglesia Misión Evangélica del “Príncipe de Paz” en
Guatemala es uno de los movimientos cristianos más
grandes de Guatemala. En la actualidad se cuenta
con alrededor de 2,300 iglesias establecidas en todo el
territorio. Su membrecía, incluyendo a los niños, es de
más de 300 mil personas. Por lo que se ve, y por lo que
estamos viviendo, esta organización cristiana no ha
parado ni parará de crecer porque su promedio de
crecimiento es de seis iglesias por mes. Quiere decir que
cada año, se agregan 72 nuevas iglesias. Mi base para
hacer esta afirmación son los reportes que cada mes
recibimos de nuestros superintendentes regionales.
La pregunta es: ¿Por qué esta misión no ha parado de
crecer? La respuesta es que, aparte de contar con el
respaldo del Espíritu Santo, esta obra fue iniciada y
dirigida en sus primeros 24 años por un hombre que,
después de haber aceptado el desafío de parte del Señor
de hacer algo grande en Guatemala, se entregó a trabajar
con una gran pasión, logrando de esa manera, darle el
empuje que ha hecho que esta organización se mantenga
funcionando con una fuerza enorme, que hace que no
se detenga por nada. Se trata del pastor José María
Muñoz Domínguez, conocido cariñosamente como “el
hermano Chema”, quien tenía entre 37 a 38 años de
edad cuando inició la obra “del Príncipe de Paz”.
Al haberse rendido por completo al Señor Jesucristo y a
su labor, el hermano Chema logra que la Misión Evangélica
del Príncipe de Paz en Guatemala llegue a crecer de
forma muy acelerada, al grado de ser conocida desde
sus primeros años, como “La misión fenómeno” debido
al alto crecimiento que tuvo desde sus inicios.