Cómo diferenciar la Rosácea del Acné | Diagnóstico y tratamiento Rosácea | Dermatólogo Jaime Sierra
Автор: Doctor Revive
Загружено: 2023-08-25
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0:00 Qué es la rosácea
0:59 Fisiopatología de la Rosácea
4:17 Signos y Sintomas de la Rosácea
6:33 Clasificación de la Rosácea
14:26 Diagnóstico diferencial de la Rosácea
18:38 Tratamiento de la Rosácea
28:04 Preguntas y respuestas
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que puede manifestarse en diversas formas y síntomas. Resulta crucial para nosotros transmitir a nuestros pacientes que el tratamiento debe ser prolongado, exigiendo paciencia y constancia. La prevalencia de la rosácea varía entre el 1% y el 10% de la población, siendo este rango influenciado en parte por la distribución geográfica. Por ejemplo, en países del hemisferio norte, donde las personas poseen piel más clara, la rosácea es más frecuente. Sin embargo, en nuestra región, con una mezcla de etnias y tonos de piel más oscuros, el diagnóstico puede ser más complejo.
La rosácea afecta principalmente a personas de mediana edad, en su mayoría mujeres, en la segunda y tercera década de vida. Además, aquellos con fototipos cutáneos más claros (tipos I y II) tienen una mayor predisposición a desarrollar esta enfermedad. La fisiopatología de la rosácea es multifacética, involucrando eventos como alteraciones en la inmunidad innata, disfunción neurovascular, daño causado por radiación ultravioleta y reacciones inflamatorias a microorganismos como el ácaro Demodex folliculorum.
Este ácaro en particular es un comensal de la piel que se nutre de sebo. En pieles sin predisposición genética a la rosácea, este ácaro generalmente no provoca síntomas notables. No obstante, en personas con rosácea, su presencia puede dar lugar a una respuesta inflamatoria marcada, contribuyendo a las lesiones características de la enfermedad. Dichas lesiones incluyen eritema, pápulas y pústulas, a menudo similares al acné. Sin embargo, a diferencia del acné, los pacientes con rosácea no suelen desarrollar comedones (espinillas), lo cual puede ser un factor distintivo.
Los signos cardinales de la rosácea comprenden el eritema transitorio y persistente, las telangiectasias (vasos sanguíneos dilatados) y la presencia de pápulas y pústulas en el rostro. Junto a estos signos, los pacientes pueden experimentar prurito, ardor, sequedad y edema. Además, la rosácea puede afectar los ojos, causando sequedad y enrojecimiento ocular.
Presentación clínica:
Esta enfermedad se presenta en cuatro variantes clásicas: rosácea eritematotelangiectásica, rosácea pápulo-pustulosa, rosácea fimatosa y rosácea ocular. Aunque cada variante tiene características únicas, todas comparten la manifestación de enrojecimiento y las lesiones en la cara. El diagnóstico diferencial puede resultar más desafiante en casos de tonos de piel más oscuros o cuando coexisten otras condiciones cutáneas, como el acné. Hablamos de cada una de estas patologías en nuestro diplomado en dermatología básica.
Diagnóstico diferencial
Al considerar el diagnóstico diferencial, debemos tener en cuenta tres diagnósticos principales: acné, lupus y dermatitis seborreica (abordamos este tema en el diplomado de dermatología avanzada). Estos pueden compartir similitudes en los síntomas, pero cada uno tiene sus propias características distintivas. Aunque el diagnóstico de rosácea se basa principalmente en observaciones clínicas, en situaciones complejas, una biopsia cutánea podría proporcionar información adicional para diferenciar entre estas condiciones.
Tratamiento:
En cuanto al tratamiento de la rosácea, actualmente existe una variedad de opciones disponibles. En nuestra región, especialmente en Colombia, la mayoría de los tratamientos tópicos y sistémicos para la rosácea están cubiertos por el plan de beneficios de salud. Los pacientes deben mantener medidas preventivas como fotoprotección e hidratación de la piel, así como evitar los factores desencadenantes como la radiación ultravioleta, comidas picantes y alcohol.
Es fundamental evitar el uso crónico de esteroides tópicos en el manejo de la rosácea y elegir limpiadores dermatológicos suaves. El tratamiento específico varía según la forma de rosácea que el paciente presente.
La rosácea eritematotelangiectásica puede tratarse con ivermectina tópica y metronidazol en gel. La doxiciclina a dosis bajas también es efectiva. Para la rosácea pápulo-pustulosa, la ivermectina tópica y la doxiciclina son tratamientos clave. En casos severos, isotretinoína a dosis bajas puede considerarse.
En casos de rosácea ocular, se requiere la colaboración de un oftalmólogo, y la tetraciclina oftálmica y la doxiciclina oral son tratamientos valiosos. Por último, la rosácea granulomatosa generalmente demanda terapias sistémicas, incluyendo ivermectina tópica, doxiciclina y, en casos resistentes, isotretinoína.
British Association of Dermatologists guidelines for the management of people with rosacea 2021. British Journal of Dermatology.
Hampton, P. J., (2021). doi:10.1111/bjd.20485
Diplomado en Dermatología Avanzada https://bit.ly/3W3w0oB
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