Symphony N°38 - In Umbra Dominus

Destellos de luz, en la noche engañosa,
Cantos que resuenan, cual melodía preciosa,
Voces agudas y graves, en un abrazo titan,
La orquesta resuena, es el momento de actuar.

Regnum Tenebrae, sin miedo a caer,
Con corazones ardientes, listos para renacer,
Bajo cielos caídos, la esperanza no abandonamos,
Imperium noctis, en la lira que resuena

Kyrie, Eleison, en la penumbra, vamos,
Corazón ardiendo, en llamas del destino,
Imperium noctis, en nuestra voz se agita,
Nos levantamos en el eco divino.

Drenando la luz, con cantos oscuros,
Unidos en la pena, en esta odisea,
Voces graves resuenan, en la noche profunda,
Un canto eterno, donde el alma vacila.

Eco de llamas, con voces que claman,
En la noche profunda, nuestras almas se aflaman,
Hacia el umbral dorado, llevamos nuestras penas,
Con las notas eternas, que marcan las serenatas.

Kyrie, Eleison, en la sombra vibrante,
Corazón ardiente, en el canto errante,
Nos levantamos fuertes, en la oscuridad viva,
En el silencio eterno, nuestra voz se aviva

Kyrie, Eleison, en la penumbra, vamos,
Corazón ardiendo, en llamas del destino,
Imperium noctis, en nuestra voz se agita,
Nos levantamos en el eco divino.

Drenando la luz, con cantos oscuros,
Unidos en la pena, en esta odisea,
Voces graves resuenan, en la noche profunda,
Un canto eterno, donde el alma vacila.

Kyrie. Eleison, en esta danza sin fin,
Con voces etéreas, desafiamos al destino ruin.

Luz en la oscuridad, nuestras almas en vuelo,
En el reboso de la vida, hay poder en el duelo.

Claros y oscuros, entrecortadas las notas,
Las leyendas susurran, mientras el viento brota.
Fuego en el pecho, la pasión nunca muere,
Como ecos eternos, la melodía se aferre.

Con un coro celestial, nuestra fuerza se alza,
Desatamos tormentas que el silencio abrazara.

Kyrie eleison, en este viaje eterno,
Caminamos con fuego, con corazones de acero.
Gloria in umbris, en sombras renegadas,
Luchamos despacio, entre notas sagradas.

Imperium noctis, cor meum ardet,
Las llamas de la eternidad llevan un nuevo amanecer.

Corona de espinas hecha de estrellas, en una neblina melancólica
Melodías que flotan como niebla, en este laberinto eterno
Voces de ángeles en el abrazo de la armonía
Mientras las sombras de los caídos se desvanecen sin dejar rastro

En las sombras, susurramos, nuestro poder sin límites
Entre gruñidos de desesperación, nuestra fuerza redefinida
Penitencia y gloria, entrelazadas en la oscuridad
Mientras las llamas de nuestro corazón se encienden con una chispa