CUEVA A JUAN PABLO II: ¿Debió quedarse en Cienciano? análisis de Vicente Cisneros

El fichaje de Cristian Cueva por Juan Pablo Segundo FC por dos temporadas abre un debate inevitable sobre su presente futbolístico y su capacidad real de volver a rendir en la Liga 1. Con 34 años, 15 clubes en su trayectoria y un rendimiento irregular en los últimos años (marcado por lesiones, indisciplina y una salida criticada del Emelec) Cueva llega a un equipo cuyo proyecto deportivo apunta a la permanencia y, como techo, la Copa Sudamericana. Su mejor versión surgió siempre bajo entrenadores de perfil paternalista como Ricardo Gareca o Carlos Desio, quienes lograron potenciarlo dándole libertad y responsabilidades mínimas en defensa. Sin un contexto similar y con dudas sobre su estado físico para el 2026, surgen preguntas legítimas sobre si Aladino podrá recuperar el nivel que mostró en la selección peruana durante su mejor etapa.

El reto para Juan Pablo Segundo FC será construir un entorno que motive a un futbolista cuyo rendimiento depende profundamente de la confianza, el trato personal y la disciplina, un aspecto que históricamente le ha costado sostener. Aunque talento le sobra y su lectura de juego sigue siendo diferencial, el éxito de esta apuesta dependerá de su condición física, su compromiso y del comando técnico elegido por el club. Cueva ya no está para recorridos largos y todo indica que su posición natural debe ser la de segundo delantero, recibiendo perfilado para marcar diferencias en los últimos metros. La hinchada ahora se pregunta si este será su último gran intento por retomar el brillo perdido o si el fichaje terminará siendo otro capítulo irregular en el ocaso de su carrera. ¿Puede Cueva reinventarse en 2026 o estamos ante un último aire que difícilmente alcanzará para volver a verlo en alto nivel?