BMW alarga la vida del Z4: seguirá en producción hasta 2026, pero solo para Estados Unidos

En una época en la que los descapotables parecen estar perdiendo terreno frente a los SUV y a la electrificación total, BMW da una sorpresa que emociona a los entusiastas más clásicos. Contra todo pronóstico, el icónico Z4, ese roadster que combina elegancia, deportividad y puro placer de conducción, seguirá fabricándose durante unos meses más. Aunque inicialmente estaba previsto que su producción terminara en octubre de 2025, la firma alemana ha decidido extender su vida útil hasta mayo de 2026. Eso sí, la prórroga será exclusiva para el mercado estadounidense.

Esta decisión no nace del capricho ni de una estrategia improvisada. Detrás hay un dato revelador: el regreso del cambio manual en la versión M40i impulsó las ventas del modelo en Estados Unidos en un 13,1% durante 2024. Ese simple gesto —volver a ofrecer una caja de cambios manual— fue suficiente para despertar el interés de conductores que aún valoran el arte de manejar un coche con conexión directa entre el hombre y la máquina. Según confirmó un portavoz de BMW a Motor1, la acogida fue “maravillosamente entusiasta”, una frase que resume el impacto que puede tener una decisión bien pensada.

Pero no todos celebrarán esta noticia. Para Europa y otros mercados, la historia no cambia: el Z4 sigue con fecha de caducidad para finales de 2025. Y tampoco hay señales claras sobre un posible sucesor. Mientras Toyota ya ha confirmado que su Supra —modelo con el que el Z4 comparte plataforma y línea de producción en Magna Steyr, Austria— tendrá un reemplazo, BMW guarda silencio. No hay pistas, ni teasers, ni anuncios oficiales que indiquen una continuidad para su elegante biplaza.

El modelo que seguirá vivo durante algunos meses más es el Z4 M40i, la variante más prestacional de la gama. Bajo el capó esconde un motor de seis cilindros en línea que desarrolla 382 caballos, una cifra que lo convierte en uno de los roadsters más potentes y equilibrados del mercado actual. Unido a una caja manual, este conjunto ofrece sensaciones que muchos creían olvidadas en los deportivos modernos. Todo eso, además, envuelto en un diseño afilado, con una conducción precisa y un nivel de acabados que roza lo premium.

La decisión de alargar su fabricación no es un simple capricho: responde a una demanda real, a un grupo de conductores que aún prioriza la experiencia de manejo por encima de las pantallas y la asistencia electrónica. Y aunque puede que esta sea la última gran oportunidad de hacerse con un Z4 manual nuevo, también es un aviso de lo que está por venir: BMW ha confirmado que todas sus transmisiones manuales desaparecerán antes de 2030. Así que, quien quiera vivir la experiencia Z4 tal como fue concebida, tiene que darse prisa.

Hay que decirlo con claridad: el Z4 no es un coche para cualquiera. Es un deportivo que apuesta por la estética y el rendimiento, pero que también se enfrenta a un mercado que hoy gira en torno a la practicidad y el espacio. Y en ese contexto, no es difícil entender por qué BMW prefiere no invertir en una nueva generación. El nicho se reduce, las normativas se endurecen, y la rentabilidad de un biplaza descapotable es, hoy por hoy, discutible.

Aun así, esta prórroga deja un sabor a nostalgia, pero también a celebración. En un mundo donde casi todo se vuelve automático, eléctrico y aséptico, un deportivo de tracción trasera, con motor seis cilindros y cambio manual, es una rareza que merece ser disfrutada antes de que desaparezca del todo.