Sandro Botticelli - Ave Maris Stella-Giovanni Pierluigi da Palestrina
Автор: MiCanaldeArte
Загружено: 2010-10-20
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Sandro Botticelli es el sobrenombre con el que es conocido Alessandro di Mariano Filipepi, pintor, dibujante y grabador italiano del Renacimiento, muy valorado en la actualidad. Nació en Florencia en 1445 (aunque existen dudas de que fuera en 1444) y murió en la misma Ciudad en el año 1510. Discípulo de Filippo Lippi, también realizó estudios literarios, aspecto inusual en la época. Hacia el año 1470, con veinticinco años ya contaba con un taller propio en Florencia, ciudad que en aquellos momentos se encontraba en pleno apogeo económico, político y cultural. Sus primeras obras fueron "Vírgenes con el Niño", que continúan la tendencia de su maestro Filippo Lippi, con escenas de tipo intimista, aunque ya desde el primer momento se detecta su propio mundo formal caracterizado por el ritmo sutil construido a base de líneas ondulantes tanto en los cuerpos como en las vestimentas, con cuerpos colocados en posturas ausentes de rigidez, cabezas suavemente inclinadas y rostros de melancólica belleza.
Tras realizar obras como "La Adoración de los Magos" y de dedicarse un tiempo al retrato, entró en el círculo de la familia Medicis. Botticelli se deja influir fuertemente por el intelectualismo y el neoplatonismo que filósofos como Marsilio Ficino o Pico della Mirandola, difundían en la corte medicea, como demuestra en sus obras maestras más conocidas y características: "La primavera" realizada en 1480 o el "Nacimiento de Venus" de 1485, en las cuales se puede apreciar el estilo refinado, preciosista, y de algún modo, irreal, propio de Botticelli, al servicio del cual entrará su dominio de la tensión lineal (influencia de Pollaiuolo) y su concepción casi espiritual de la materia. En las composiciones botticellianas la naturalidad de la escena, a pesar de la riqueza decorativa y la complejidad que en ocasiones se muestra, siempre sorprende. De algún modo las figuras parecen existir en sus cuadros porque no podría haber sido de otra manera, resultando siempre ligera la transición entre los diversos personajes (debido en gran parte al empleo móvil que de la línea realiza), existiendo incluso aquellos autores que han teorizado acerca de su producción en términos de comparación musical (en su obra el ritmo y el lirismo se unen para conformar un etéreo conjunto visual resultado de una comprensión del mundo pasada por el tamiz del neoplatonismo y el intelecto).
El resto de su producción va a ser de temática religiosa, con obras como la "Piedad", realizada en temple sobre tabla, en la que se ve a los cuerpos que sufren con el dolor por la muerte de Jesús totalmente desplomado sobre las rodillas de María, mientras María Magdalena le besa el rostro y otra mujer le sostiene amorosamente los pies. En la "Natividad" nos encontramos de nuevo a un pintor que, subyugado por las predicaciones de Savonarola (ya condenado y ejecutado), insiste en la necesidad de arrepentimiento y de alejarse de lo mundano y vacío. Pero la Florencia de esa época no quería volver a saber nada de la encendida espiritualidad que habían condenado junto al monje dominico Savonarola. El arte de Botticelli, al principio melancólico y luego trágico había pasado a ser un anacronismo, ya que otros artistas como Leonardo o Miguel Ángel apuntaban nuevas maneras y gustos estéticos.
A la misma época corresponden también La adoración de los Reyes Magos y el Díptico de Judit, obras igualmente emblemáticas. El hecho de que en 1481 fuera llamado a Roma para decorar al fresco la Capilla Sixtina junto con otros tres grandes maestros, hace suponer que ya gozaba de un gran prestigio. A su regreso a Florencia realizó obras, como la Natividad mística, más solemnes y redundantes, probablemente influido por la predicación tremendista de Savonarola. Se le deben también bellísimos dibujos para un manuscrito de la Divina Comedia de Dante.
A principios de la década de 1480 incluso será reclamado por el Papa Sixto IV para participar en la decoración de la Capilla Sixtina, dejando constancia de su paso por el Vaticano en los frescos de las Pruebas de Moisés (ejemplo magnífico del dominio que posee de la perspectiva y su conocimiento del uso de la luz, la aplicación del color y la obtención de volumetría), la Tentación de Cristo y el Castigo de los rebeldes contra Aarón.
Eclipsado por las grandes figuras del siglo XVI italiano, Botticelli permaneció ignorado durante muchos años, hasta la recuperación de su figura y su obra a mediados del siglo XIX. Su estilo se perpetuó a través de los artistas formados en su taller.
Música: Ave Maris Stella, de Giovanni Pierluigi da Palestrina - Coro "La Capella Currende".
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