La Ruta del Grafito, Almonaster

La Estación de Almonaster, situada a 4,2 kilómetros de Almonaster la Real, junto a la carretera H-112 y muy próxima al cruce con la Nacional 433 (Sevilla Lisboa), es un núcleo estrechamente vinculado al punto de parada del tren Huelva-Zafra, que aún funciona. Su dispersa estructura urbana ocupa los frentes de la carretera de Almonaster, de la Canaleja y de la propia estación de ferrocarril. Su actividad económica, vinculada en tiempos al ferrocarril, estuvo relacionada con la transformación del corcho, secaderos de jamones y fábricas de embutidos, así como con la fabricación artesanal de anisados y aguardientes. La antigua fábrica de corcho, hoy abandonada, llegó a producir cuarenta mil quintales. El corcho se apilaba se cocía y salía luego para Portugal Llegaron a trabajar veinte personas. La aldea, en la actualidad, cuenta con una importante infraestructura de turismo rural. La aldea cuenta con nueve habitantes. La fecha de construcción de la antigua estación, reconvertida en alojamientos rurales, debe coincidir con la de la inauguración del tramo de ferrocarril Valdelamusa Zafra; es decir, enero de 1889. Las estaciones de esa línea obedecen a un mismo patrón arquitectónico: se construyen de una o dos plantas (según categoría) y junto a ellas se levantaban cantinas, aseos y fuente. Fueron construidas en granito (siendo esta estación la única que se conserva con los materiales originales). Esta bella estación de ferrocarril se llama «Estación Almonaster – Cortegana». El edificio levantado frente a la estación (en torno al año 1920) corresponde a una antigua fábrica para la concentración y envasado de grafito, con vía de embarque para la salida de productos. La empresa era regentada por Ventura Vázquez Sánchez y estuvo en funcionamiento hasta 1923, que sería el momento en el que la sociedad quiebra ante los precios competitivos de otros competidores. El grafito se enviaba a Gran Bretaña por el Puerto de Huelva. La cercana mina de San Carlos, en la que aún subsisten las ruinas del concentrador, abastecía de mineral este lugar. El grafito se utilizó para la fabricación de crisoles hasta la Primera Guerra Mundial, posteriormente decayó el interés por este mineral. Después de un siglo de abandono, ha desaparecido todo vestigio de la actividad que se desarrolló aquí, sólo quedan unos colosales muros de piedra en la ladera norte de la sierra que separa Almonaster de Cortegana. La fabrica de grafitos fue construida en 1919 por D. Ventura Vazquez; fundador tambien de la fábrica de aguardientes "La Hormiga".
En la zona hay varios espacios relacionados con el grafito: en la Sierra de San Cristóbal, en el lugar de «Los Pollos», se construyó «La Fábrica» entre el «Puente Grande» y «La Aceña».En la vertiente de la Estación de F. C. Huelva-Zafra, se conservan, casi derruidas, instalaciones de molienda y lavado, tras el depósito de agua. En la Tenería, hay un socavón en una de las laderas del «Charco La Hoya».



En un principio la estación tuvo una casa para el jefe de estación y luego fueron construyendo casas los trabajadores hasta conformar la aldea. Había otras fábricas de corcho mataderos y destilerías la única que sobrevive es la hormiga.
Las mineralizaciones de grafito de la Sierra de Aracena se localizan en una banda de afloramientos discontinuos, que se extiende desde Santa Ana la Real hasta Aroche, si bien los depósitos más importantes, que fueron objeto de alguna explotación en el primer tercio del siglo XX, se encuentran en los términos de Almonaster la Real (minas San Carlos y Las Hormigas) y Cortegana (mina La Niña). Desde el punto de vista geológico, los depósitos de grafito se localizan en el borde meridional del Cinturón Metamórfico de Aracena, en relación con rocas de alto grado metamórfico. El acceso a las antiguas explotaciones puede realizarse a través del carril que une Acebuches con El Cincho (mina San Carlos), a partir de la carretera entre Veredas y Cortegana (mina La Niña), y por un sendero que sube desde Almonaster la Real hacia el cerro San Cristóbal, a través del barranco de los Pollos (mina Las Hormigas). El interés minero por el grafito de la provincia de Huelva surgió durante la Primera Guerra Mundial (1914-1917) para su empleo en la fabricación de crisoles.