🇨🇺❤️ Celia Cruz: Centenario de La Reina de la Salsa. 🇨🇺❤️

🇨🇺❤️ Celia Cruz: Centenario de La Reina de la Salsa. 🇨🇺❤️

Hace cien años, un 21 de octubre de 1925, nació en La Habana, Cuba, una voz destinada a cruzar fronteras y a llenar el mundo de sabor: Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso… pero el planeta entero la conocería simplemente como Celia Cruz.

Desde niña, Celia soñaba con cantar. En su barrio de Santos Suárez se escuchaban boleros, guarachas y rumbas que encendían su imaginación. Aunque su padre deseaba que fuera maestra, el destino tenía otros planes… y una voz como la suya no podía quedarse en silencio.

En los años cuarenta, Celia comenzó a presentarse en concursos radiales y agrupaciones locales. Muy pronto fue descubierta por los grandes, y en 1950 se integró a La Sonora Matancera, una de las orquestas más emblemáticas de Cuba. Con ellos conquistó México, el Caribe y buena parte de América Latina. Temas como “Burundanga,” “Cao Cao Maní Picao”, "Tu voz" y “El yerberito Moderno” se convirtieron en clásicos, y su voz —única, poderosa, inconfundible— empezó a cambiar la historia de la música popular.

Gracias al trabajo de la investigadora Rosa Marquetti, en su libro “Celia en Cuba (1925–1962)”, hoy conocemos en detalle esa primera etapa: los años de formación, los escenarios de La Habana y cómo Celia, con esfuerzo y talento, se abrió paso en un mundo dominado por hombres.

Tras salir de Cuba en 1960, Celia se estableció por un tiempo en México, país que la acogió con cariño y donde vivió una etapa artística muy significativa. Allí grabó con el maestro Memo Salamanca y participó en películas y programas de televisión que la acercaron aún más al público latinoamericano.
México fue el puente entre su vida en Cuba y su futuro en los Estados Unidos.

Luego llegó a Nueva York, donde su destino se selló para siempre.

Se unió a Larry Harlow, Tito Puente, Johnny Pacheco, Willie Colón, Papo Lucca y La Sonora Ponceña, además de las legendarias Estrellas de Fania, con quienes llevó la salsa a varios rincones del mundo.

Su grito de guerra, “¡Azúcar!”, se volvió símbolo de identidad y resistencia. No era solo una palabra: era una manera de recordar sus raíces y endulzar el dolor del exilio con alegría.

Celia fue una de las pocas artistas que logró unir generaciones.

Ganó dos Grammy y tres Latin Grammy, compartió escenario con los más grandes artistas de todo el mundo y de todos los géneros, engrandeciendo su historia dentro de la música latina y el mundo.

Recibió doctorados honoris causa, actuó en teatros y estadios repletos y obtuvo su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, testimonio del impacto mundial de su carrera.

En el año 2003, poco antes de su partida, Celia Cruz recibió un gran homenaje en vida. Fue una noche llena de emoción, de colegas, amigos y admiradores que celebraron su trayectoria y su fuerza inquebrantable. Pocos meses después, el 16 de julio de ese mismo año, Celia nos dejó físicamente…

A cien años de su nacimiento, su figura continúa inspirando nuevas generaciones.

En 2022, la Casa de la Moneda de los Estados Unidos lanzó una moneda de un cuarto de dólar con su imagen, convirtiéndola en la primera afrolatina en aparecer en una moneda estadounidense.

Y en 2023, Mattel presentó una Barbie en su honor, con un vestido rojo brillante, micrófono en mano y toda la fuerza de su estilo inconfundible.

Estos homenajes no solo celebran a la artista, sino también a la mujer que rompió barreras, desafió prejuicios y llevó el orgullo afrocaribeño a todo el mundo.

A cien años de su nacimiento, Celia Cruz sigue siendo un personaje muy importante dentro del mundo de la Salsa.

Una voz que no envejece, una bandera de esperanza, y un grito eterno que nos recuerda que la vida, con ritmo y sabor… ¡siempre tiene Azúcar!

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