La Lira - Las 88 Constelaciones

La constelación de la Lira o Lyra es la última de una pequeña trilogía que hoy llega a su fin sobre el gran asterismo del triángulo del verano, que también incluye las constelaciones de El Cisne El Águila.

De las tres constelaciones la más pequeña es la Lyra ( lira ), pero es fácil de ubicar ya que tiene una de las estrellas más brillantes Vega, o Alfa Lyrae, de magnitud 0,0.

Su nombre de origen árabe significa buitre girando y en diez mil años se convertirá en estrella polar. Otras estrellas importantes de esta constelación son: Aladfar, , Sulafat, Sheliak y la famosa Doble-Doble, una estrella cuádruple.

El objeto más famoso de ésta constelación es M57 conocido como la Nebulosa Anular o del Anillo. (ring Nebula) es un anillo azulado para telescopios pequeños, con instrumentos mayores es posible ver su forma ovalada y su estrella interior. Es una nebulosa planetaria, la mortaja de una estrella moribunda.


El MITO:
Según los griegos, el dios Hermes inventó la primera lira, y Apolo se la regaló a su hijo Orfeo. Cuando Orfeo creció su talento como músico era tal que las bestias salvajes acudían a él para oírle y los árboles se mecían suavemente con sus melodías, incluso los ríos aplacaban si rápido curso para no molestarle con el murmullo de sus aguas. Tiempo después se unió a la tripulación del Argos, al lado de los héroes y príncipes griegos. Sus habilidades con este instrumento le dieron gran fama, mediante sus fascinantes cantos adormeció al dragón que custodiaba el vellocino de oro (ver Aries) incluso en una de sus aventuras salvó al navío y a su tripulación de las sirenas, que hacían enloquecer a los marineros con su canto; Orfeo las encanto primero con su interpretación de la lira.
A su regreso de la expedición se le concedió como esposa a la bellísima ninfa Eurídice, a la que amaba apasionadamente. Pero un día La prometida del héroe, murió envenenada por la picadura de una víbora que se encontraba oculta en la hierba, Orfeo desesperado por la muerte de su amada descendió a los infiernos para rescatar a su prometida, y entonado su divina lira logró adentrarse en el inframundo. Una vez llegó al trono de Hades, quien se emocionó con la música de Orfeo, el dios de las profundidades le permitió regresar con Eurídice, con la condición de que no volviera su mirada hacia atrás hasta que hubieran salido de el infierno. Sin embargo faltando muy poco para salir del hades, Orfeo no pudo evitar la tentación y al volver su vista hacia atrás el alma de su amada fue devorada por las sombras y regresó al inframundo para siempre.