El ascenso y la caída del policía Horacio Rocha, el “superministro” del régimen

El reintegro de Horacio Rocha, a la Policía orteguista, a finales de 2022, causó malestar a los jefes de la institución. Según fuentes policiales, su nombramiento como ministro asesor en seguridad, llegó a afectar incluso al director general, Francisco Díaz, pero hasta septiembre de 2024 contaba con el respaldo suficiente de la vicepresidenta Rosario Murillo.

La primera señal de la pérdida de confianza de Murillo en Horacio Rocha, se evidenció durante el acto por el 45 aniversario de fundación de la Policía, el 14 de octubre de 2024, cuando la vicepresidenta, visiblemente molesta, desairó en vivo en cadena nacional de televisión, al comisionado general en retiro.

Fuentes vinculadas a la Policía Nacional atribuyeron la reprimenda de Murillo a Rocha por la filtración a CONFIDENCIAL de un audio del general en retiro Humberto Ortega, que murió como preso político el 30 de septiembre de 2024. El audio fue enviado por el exjefe militar desde un teléfono celular mientras se encontraba “casa por cárcel” de facto, bajo la custodia de fuerzas especiales a cargo de Horacio Rocha.

A partir de ese momento, se evidenció su desaparición de los actos oficiales, incluyendo no haber participado en las juramentaciones de miles de paramilitares en diversos departamentos del país, durante las últimas semanas.

Tras su retiro policial, a inicio de 2014, y de su paso fugaz por la embajada en Corea del Sur, Ortega reclutó a Rocha como asesor presidencial en temas de seguridad en noviembre del 2022. Según las fuentes consultadas, la razón fue la necesidad de personas leales, dispuestas a cumplir órdenes, por la cantidad de deserciones.

El comisionado general en retiro Adolfo Marenco Corea, exdirector de inteligencia, junto al comisionado general Pedro Rodríguez, jefe departamental en Carazo, fueron los primeros “purgados” por Horacio Rocha, en enero de 2023.

El 18 de enero de 2023, Rocha destituyó al director de Aeronáutica Civil, el capitán Carlos Salazar Sánchez.

Le siguió el comisionado general Luis Alberto Pérez Olivas, antiguo jefe de la temida Dirección de Auxilio Judicial. Pérez Olivas fue descendido a jefe del Distrito III, en Managua, otro centro de detención de presos políticos.
La operación más conocida de Rocha, se le encargó en octubre de 2023, cuando ejecutó una “barrida” en el Poder Judicial, que comenzó por su presidenta, Alba Luz Ramos y que hasta la fecha ha dejado más de 1100 despedidos, desde magistrados y jueces, hasta personal administrativo y conductores.
Según fuentes vinculadas a la Policía, consultadas por Confidencial, la caída de Rocha se debió a que se extralimitó en sus funciones, investigando a altos personajes de la cúpula del poder, sin tener autorización.
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