A López Obrador... ¡Le urge salir!

López Obrador, como ha sido su constante, volvió a mentir y a engañarnos. A lo largo de los últimos años, una de sus constantes fue que al final de su gobierno se retiraría completamente de la vida pública, de conferencias y entrevistas, que no era un hipócrita y no volvería.

          Y ante su contumaz estilo, primero, he de reiterar que nunca fue el cartujo del bienestar que había prometido y que recibe visitas, manda mensajes, está al día y así lo hace saber a los suyos.

          Que su informante en Palacio Nacional es Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de asesores de la presidenta Sheinbaum, lo que no quiere decir que influya en ella, pero sí que él reporte a Palenque, y su hijo Andy, autodeclarado legatario político del amado líder de Morena, partido del que es secretario de Organización.

          En ese falso aislamiento, López Obrador irrumpió con un video de ¡49 minutos! entre pavos reales y gallinas, para presentar su libro y mandar el mensaje de que rompería su encierro en caso de golpes de Estado, un atentado a la democracia y defender la soberanía, escenarios que la presidenta Sheinbaum descartó al lunes siguiente.

          Ahora reapareció en un largo documental de hora y media, que se estrenó el pasado día 13 en Canal 11, una producción con recursos públicos de Canal 14 y del Sistema Público de Radiodifusión, SPR, en un tono celebratorio y propagandístico de su gestión y que confunde fe con virtud política, idealiza la figura del líder en una exaltación a cargo de quienes fueron sus funcionarios y lo siguen siendo hoy: el mismo Ramírez Cuevas, Jenaro Villamil, jefe del patrocinante SPR, en un ejercicio adulatorio en el que no documenta, consagra, no informa, afirma sin probar y lo convierte en un alegato de autoabsolución.

          Ese es López Obrador en su falso encierro, así derrochan recursos públicos y así lo adulan lo que lo hicieron desde su gobierno, nómina en la que se mantienen.

          Ningún expresidente se atrevió a tanto y tan pronto.