VOX denuncia que la Ley de Atención a la Clientela perjudicará a consumidores y empresas

El diputado de VOX por Huelva, Tomás Fernández, ha fijado la posición del Grupo Parlamentario VOX respecto a las enmiendas introducidas en el proyecto de Ley de Atención a la Clientela, una norma que ha calificado como “chatarra” legislativa desde su origen y que, aun tras su paso por el Senado, “sigue siendo una verdadera máquina que debe de ir al desguace”.

Fernández ha denunciado que el texto impulsado por el Gobierno “no es más que un engendro de contenido ideológico con el único propósito de dividir a los consumidores y a las empresas”. El diputado onubense ha recordado que España ya cuenta con una “sólida arquitectura normativa en materia de consumo”, pero el Ejecutivo ha optado por utilizar esta ley “como un mero vehículo de concesiones políticas cargado de ideología que nada tienen que ver con la vida real de los consumidores”.

El diputado por Huelva ha subrayado que la prioridad del Gobierno no es mejorar la atención al cliente, sino “satisfacer tanto a los socios comunistas que odian la iniciativa privada como a los socios golpistas y filoetarras, quienes han hecho del chantaje su modelo de negocio político”.

Asimismo, Fernández ha preguntado al resto de la Cámara si realmente creen que lo esencial para un consumidor es que una empresa “tenga personal disponible para atender en catalán, en euskera o en gallego”, en lugar de resolver los problemas reales de calidad del servicio y precios para las familias.

Críticas al Partido Popular

El diputado también ha reprochado al Partido Popular su postura ambigua durante la tramitación: “Estoy casi seguro de que no hubieran tenido reparos en aprobar esta ley si nosotros no nos hubiéramos opuesto”. Ha señalado además que los populares “se abstuvieron en su momento, lavaron un poco la cara en el Senado y ahora esta ley vuelve al Congreso con enmiendas que ya veremos cómo votan”.

Fernández ha advertido de que el PP incurre en las mismas prácticas que el PSOE al introducir “enmiendas intrusas”, entre ellas una reducción del IVA en alimentos que VOX defiende desde el inicio de la legislatura, pero que “no debe tratarse de manera torticera ni colarse por la puertecita de atrás”.

Una ley que dispara costes y pone en riesgo a miles de empresas
El diputado de VOX ha detallado que el proyecto impone cargas desproporcionadas a las compañías, que “van a comprometer muy seriamente la competitividad de miles de empresas españolas”. Ha puesto como ejemplo exigencias como atender el 95 % de las solicitudes en menos de tres minutos, disponer de personal obligado a conocer lenguas cooficiales o mantener formaciones permanentes y sistemas de accesibilidad reforzada.

“Ustedes saben perfectamente que una empresa mediana española no puede cumplir esto. Es que no puede”, ha afirmado. Según Fernández, las consecuencias inevitables serán dos: repercutir los costes en el precio final, encareciendo la vida de los consumidores y el cierre de negocios, incapaces de asumir nuevas cargas regulatorias.

Además, ha alertado de que la ley pretende entrar en vigor “de forma inmediata”, sin que las empresas —ni siquiera la propia Administración— dispongan de medios para cumplirla.

VOX: legislar menos y legislar mejor

Para VOX, la mejor protección al consumidor pasa por reducir la hipertrofia normativa: “¿Saben cuántas leyes tenemos en España? Más de 300.000. Y ese es un drama para un país”, ha recordado Fernández, advirtiendo de que este intervencionismo perpetuo genera incertidumbre, frena la innovación y limita la capacidad de crear riqueza.

VOX apoyará parte de las enmiendas, pero derogará la ley al llegar al Gobierno

Fernández ha concluido anunciando que VOX apoyará algunas de las enmiendas incorporadas: “Entre susto o muerte, en VOX nos quedamos con susto”.

Sin embargo, ha advertido al Partido Popular de que “vayan apuntando también esta ley entre las que vamos a derogar cuando lleguemos al Gobierno”, algo que podría ocurrir “mucho antes de lo que nunca se imaginaron”.