Estás Usando Mal Tu Sartén De Hierro Fundido

Tu sartén de hierro fundido puede parecer un caballo de batalla en la cocina: Súper resistente, duro y confiable. Pero hay muchos errores que puedes cometer al usar uno. Estos son los errores comunes al momento de usar una sartén de hierro fundido.

Tan pronto como compres una nueva sartén de hierro fundido, es posible que tengas la tentación de encender la cocina y dejarla caer sobre la estufa. Sin embargo, primero debes sazonarla o curarla. La mayoría de las sartenes de hierro fundido que compras no tendrán automáticamente un revestimiento antiadherente, por lo que ahí es donde entra el sazonado. Incluso si tu sartén está pre-sazonada, es una buena idea volver a hacerlo.

Entonces, ¿por qué sazonas exactamente tu sartén de hierro fundido? Porque el hierro fundido es poroso. Field Company lo explica así:

"El sazonado, especialmente en la vida temprana de una sartén, penetra directamente en la superficie, llenando esos poros y alisando todo de manera uniforme. Con el tiempo, la superficie de [...] cocción queda curada, aislando y protegiendo el hierro de abajo ".

Sazonar tu sartén significa que desarrollará una pátina resbaladiza agradable para que tu comida no se pegue y puedas voltear tus huevos con facilidad.

No sazonarla/curarla | 0:00
Sazonarla en el horno | 1:13
Los alimentos equivocados | 2:15
Usar el lavavajillas | 3:26
No dejar que se seque bien | 4:04
Almacenar las sobras en ella | 4:53
No precalentarla | 5:38
No usar jabón | 6:16
No usar sal para limpiarla | 7:07
Dejarla en remojo | 7:51
Usar los utensilios incorrectos | 8:29
Arrojarla a la basura muy pronto | 9:40

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