Slash argentina 2012 NIGHTRAIN

MÚSICA / SLASH, EN EL MALVINAS ARGENTINAS
Slash, el soltero más codiciado

No será el mejor guitarrista de la historia, pero el hombre de la galera está muy bien divorciado de Axl Rose.

¿Quién dijo que las clásicas parejas del rock son eternamente dependientes? Se suele creer que Jagger no es nadie sin Richards (teoría reforzada con el dudoso resultado de su proyecto Superheavy) o que Steven Tyler sin Joe Perry sólo puede ser juez en un reality show televisivo.

El sábado en el Estadio Malvinas Argentinas se terminó de demostrar que la más explosiva pareja del hard rock de los últimos 25 años está muy bien divorciada. Quienes se ilusionaron con la reunión de los Guns n' Roses originales en la última ceremonia del Rock n' Roll Hall of Fame -donde la extinta banda fue premiada a pesar de la ausencia de Axl Rose-, lo habrán hecho rehenes de la nostalgia o de las circunstancias poco claras en que la banda de Los Angeles terminó su carrera.

Con un disco tan sólido como el lanzado este año - Apocalyptic Love , con The Conspirators -su banda en estado de gracia y un directo que hace tributo a los dioses del entertainment, Slash se ha convertido en el soltero más codiciado del rock.

Su actual acompañante, el versátil vocalista Myles Kennedy, lo hace perfecto: sin robarle protagonismo al señor de la galera, cubre todo el escenario con la estirpe de un auténtico héroe rockero y sin faltar a la afinación en ningún momento, hace que cuando la banda interpreta a Velvet Revolver y Guns n' Roses nos preguntemos "¿Scott qué?", "¿Axl cuánto?".

Slash, un nuevo gran favorito del público argentino, llevó a las composiciones de su último disco sus mejores armas: la audacia de las melodías de Guns N' Roses, la furia de bar de mala muerte de Velvet Revolver más el andar entre armónico y pirotécnico de su guitarra están presentes en varios de los temas tocados en el Malvinas como No More Heroes , el efectivo corte de difusión You're a Lie , la honesta balada sobre adicciones superadas Not for Me o Anastasia con sus recovecos clásicos.

El hombre que salió indemne de las polémicas que rodeaban a sus anteriores bandas, quien mientras aportaba una buena dosis de música a la escena hard rock (tan buena como su icónica imagen) dependía injustamente de los aires de grandeza de Axl Rose, estaba ahí una vez más, haciendo lo suyo con altura y regalando una imagen creíble porque, está bien, no será el mejor guitarrista de la historia, pero es sin dudas un músico honesto y profesional como pocos.

Aunque ya no le son estrictamente necesarios para conmover, los inoxidables hits de sus bandas anteriores agregaron ese plus de euforia y delirio entre los presentes que coronaron dos rotundos sold out , sumando la fecha del domingo en el Teatro Vorterix que convierte un show muy bueno en uno excelente.

Paradise City fue el cierre obligatorio para una fiesta que comenzó temprano con la actuación de Eruca Sativa y el guitar hero Zakk Wilde -ex Ozzy Osbourne y al frente de Black Label Society-, quien atronó parlantes y oídos con su potente y rítmico hard rock sureño y luego se sumó a la banda de Slash para un frenético duelo de guitarras en clave de blues.