Cruces de Mayo en Lebrija. Corraleras picantes. Lebrija (Sevilla, Andalucía, España), 10-05-2024

La fiesta de las Cruces de Mayo de Lebrija (Sevilla, Andalucía, España) tiene en su vertiente musical unas importantes dosis de participación popular espontánea, sin grupos organizados permanentes que realicen las músicas y los bailes.
Durante los dos primeros fines de semana de mayo, entidades y particulares de todo tipo organizan las “cruces” por calles y plazuelas, adornando con flores, mantones, colchas, espejos… las paredes, y con todo tipo de quincallería y aditamentos el entorno y algunos pequeños altarcillos. Como el baile es imprescindible, se suelen poner tablados en el suelo en los lugares menos firmes, y estos son ocupados, sin solución de continuidad durante las horas que dura esta fiesta nocturna, por parejas que se sustituyen tras unas cuantas mudanzas para dejar paso a una nueva tanda. En Lebrija la fiesta de las Cruces es conocida como “la fiesta de las mujeres”, por la activa participación social y la libertad de la que disfrutan ellas, también en tiempos pasados, y por eso su presencia es mayoritaria, aunque también hay una buena representación masculina.
Una muestra de esta fiesta la incluimos en la Colección Memorias de la Tradición

   / antropologoclemente  

con estas imágenes grabadas en las calles de Lebrija, en la noche del viernes 10 de mayo de 2024.
En el cante se pueden apreciar una variedad de los distintos estilos con los que se cantan las corraleras en Lebrija, que se suelen interpretar con libertad por los concurrentes, lo que le otorga a la fiesta una variedad que se aleja de la monotonía. Ello también es posible por la única presencia de instrumentos de percusión (panderetas, almireces, cañas rajadas, castañuelas… y palmas), ya que están proscritos los instrumentos de cuerda, cuya afinación condicionaría el tono de la interpretación de los cantaores e impediría el buen cante de algunos.
Fruto de esa libertad expresiva y de un momento de especial jolgorio y desenfado, las letras que se echan al aire en esta ocasión son de tono picaresco, con las muy tradicionales pullas de género entre mujeres y hombres, lo que provoca el regocijo en el corro de los presentes, que, además, jalean a los cantaores, siendo todo ello la expresión de un festejo verdaderamente popular. En esta ocasión se cantan las corraleras por cuartetas octosílabas (aunque la última es con metro de seguidilla), con un estribillo que es claramente burlesco (pues hasta va sin rima). Por su parte los jaleos (¡anda ya, anda ya!...) no forman parte del verso, pero lo adornan a la forma de melismas poéticos, en un estilo que es típicamente andaluz, según Bonifacio Gil.
Veamos algunas de estas letras:

A los hombres los comparo
con un saco de cebollas
cojo uno cojo otro
los demás tos gilipollas

Feo, porque eres feo
como los monos de parque
y aunque mu madre no quiera
feo te queas

A los hombres los comparo
con un saco de melones
cojo uno cojo dos
los demás tos maricones

Feo, porque eres feo…

A la mujer la comparo
como si fuera una huerta
que tiene la noria en medio
y el perejil en la puerta

Feo, porque eres feo…

En lo alto de aquel cerro
hay una vaca paría
que es la guarra de tu hermana
que está cachonda perdía

La ultimita te canto
porque me voy
que me están esperando
ande no estoy

Aunque el repertorio sea siempre es el mismo: sevillanas y más sevillanas, el hecho de que sea a la vez cambiante y muy ameno facilita la diversión.

Como se aprecia en las imágenes, la Fiesta de las Cruces de Mayo de Lebrija tiene algunas características de notoria sociabilidad, especialmente para las mujeres, que quedan elocuentemente expresadas en las palabras de la lebrijana María Dolores Caro, que en un escrito titulado “Sensaciones”, menciona: “me gusta tanto por lo participativa que es esta fiesta, por lo poco competitiva que es y por lo igualitaria, no existe distinción entre jóvenes, viejos o niños, ricos o pobres, lebrijanos o forasteros. Más bien puedo decir que quienes tienen un papel predominante y que son la esencia de estas fiestas son las mujeres mayores, que en pandilla salen en grupos de vecinas y amigas. Recorren todas las calles cantando alegremente, con su flor en el pelo, su almirez y su pandereta, llenando de alegría las calles y los corazones de cuanto tenemos el gusto de sentirlo”.

Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Agradecemos la amable colaboración de María Dolores Caro López.

Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA

En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general, con un índice o clasificación:

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