La Virgen de Schoenstatt Schoenstatt - Movimiento Internacional de Schoenstatt - Padre Kentenich

¿Cómo la Virgen, bajo la advocación de Mater Ter Admirabilis, conocida como: La Virgen de Schoenstatt, ha llegado a conquistar miles de corazones?
¿Cómo es que se ha metido tan de lleno en nuestras vidas?
¿Cómo es que se ha convertido en nuestra principal fuente de autoformación en Schoenstatt?
¿Cómo son sus milagros de transformación?
En una pregunta más simple y mundana: ¿Cómo ha llegado a ser nuestra Madre? ¿La Mater?
Hablemos de: La Virgen de Schoenstatt
El núcleo de Schoenstatt lo constituye la Alianza de Amor con la Virgen.
El rasgo mariano, quizá, es el que más se conozca de Schoenstatt.
La gracia que se pide de María en Schoenstatt es la gracia de asemejarse a ella. María es el concepto incorruptible de Dios sobre el hombre, la mujer plenamente humana, configurada con Cristo, colaboradora en el plan del Padre, que invita a construir libre y activamente su Reino.
Pero: ¿Cuál es el origen de la imagen de la MTA?
Toda la Familia de Schoenstatt tiene un fuerte vínculo con la imagen de la MTA (Madre Tres Veces Admirable). Está en cada Santuario, en cada hogar, en cada corazón. ¿Pero cuál es el origen de esta imagen tan hermosa? ¿Quién es el artista que está detrás de ella?
El pintor Luigi Crosio´s que vivió a las afueras de Turín, en el norte de Italia. Pintó el cuadro de la Madre Tres Veces Admirable muchísimo antes de que Schoenstatt fuera concebido en la mente del Padre Kentenich. Terminó la pintura a fines de 1890 y le dio el título de Refugio de los pecadores.
En 1898 la imagen fue entregada a la imprenta de los Hermanos Künzli para su impresión y distribución a gran escala. El artista Luigi deseaba que fuera distribuida por todo el mundo. De esta manera, esta imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús en brazos, se volvió bastante popular entre diversos grupos católicos.
En abril de 1915 la imagen llegó a Schoenstatt. El Padre Huggle se las regaló a los congregantes en el Santuario Original. Fue como si la Mater Peregrina hubiera hecho su primer viaje, de Italia al Santuario Original, de los muchos viajes que tendrían lugar en los años venideros. En realidad, al principio los congregantes no estaban del todo contentos con la imagen. Pensaban que el estilo era demasiado italiano y demasiado dulce. Sin embargo, no se atrevieron a rechazar el regalo de un sacerdote y profesor. La colocaron sobre el tabernáculo. No pasó mucho tiempo para que los jóvenes se enamoraran de ella y la declararan el símbolo oficial de la Madre Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schoenstatt.
¿La Virgen de Schoenstatt se apareció? ¿Hizo algún milagro? ¿Cómo fue que llegó a establecerse en el Santuario de Schoenstatt?
La advocación de la Mater Ter Admirabilis de Schoenstatt no se originó con una aparición de la Madre de Dios como suele ocurrir en otros lugares santos como, por ejemplo, Lourdes, Fátima o Guadalupe. Ni por medio de un milagro. Pero ella, se ha manifestado desde ese pequeño lugar; allí ha tomado una iniciativa divina, a través de un instrumento sacerdotal, el Padre José Kentenich.
En Schoenstatt, todo tiene que ver con la Divina Providencia y con nuestro espíritu de conquista y desafío, la invitación a la Virgen de establecerse en el Santuario, no es la excepción.
Fue, a petición del Padre Kentenich y sus congregantes, que se gestó el desafío de pedir a la Virgen, que se estableciera en la pequeña capilla recién recibida y reparada por ellos con sus propias manos, desde ese momento, momento de la fundación de Schoenstatt, 18 de octubre de 1914, se propusieron conquistar la llegada de la Virgen a cambio de entregar sus esfuerzos de autoformación y apostólicos, sabiendo que los tiempos que se aproximaban eran difíciles, la primera guerra mundial había ya estallado, así que, incluso, algunos sabían que debían ofrecer su propia vida, para que María, su Madre, nuestra Madre, pudiera establecerse en esa pequeña capilla.
La historia de Schoenstatt, desde un principio, tiene 3 elementos sin los cuales no podríamos entender el Movimiento: Un Fundador el Padre José Kentenich, Un lugar el Santuario de Schoenstatt y una Madre La Virgen de Schoenstatt. Todos fusionados en una Alianza de Amor, de la cual, fueron testigos y participantes los congregantes, Alianza de Amor a la que todos los Schoenstattianos nos incorporamos, propiciando una regeneración constante del Movimiento de Schoenstatt, siempre buscamos conquistar el corazón de María, siempre desafiamos el mundo mecanicista y buscamos al hombre nuevo, a la nueva comunidad, por medio de nuestra autoformación…
Da inicio, lo que para Schoenstatt es la fuente de energía, el combustible que hace que el Movimiento se mantenga y siga siempre vivo, la Alianza significa para los Schoenstattianos un: NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS…
Pedimos a nuestra Madre que establezca su morada en nuestra pequeña capillita, a cambio le ofrecemos Contribuciones al Capital de Gracias…
De esta forma tan sencilla y suplicante, tan entregada y humilde, tan firme y de invalidez...