Renacida, tomé su pagaré, recuperé mi dote, abrí una tienda con ella y el negocio prosperó.

#novela #lovestory #cdrama
Historia 1: En el año cuarenta de mi matrimonio con Damián, fallecí repentinamente por exceso de trabajo.
Durante cuarenta años, cuidé de mi suegra postrada en cama, que llevaba treinta y cinco años paralizada, y crié a mi hijo hasta hacerlo adulto. Mi último deseo fue ser enterrada junto a mis propios padres.
Sin embargo, al día siguiente, mi cuerpo fue donado sin compensación al instituto de investigación donde trabajaba el primer amor de Damián. Dos hombres mayores, ambos de más de cincuenta años, se besaron tiernamente sobre mi cuerpo marchito y desnudo.
—"Si no fuera por ella, no habríamos perdido tantos años."
—"Pero crió a nuestro hijo todos estos años y ahora apoya tu investigación. Es su pequeña forma de redimirse."
—"Lástima que la juventud que perdimos nunca se pueda recuperar."
Esa juventud era precisamente la mitad de mi vida que realmente viví.
Mientras mi alma vagaba por el cielo con angustia, abrí los ojos y me encontré en el día en que vino la casamentera.
El joven Damián tenía una expresión severa.
—"Como deseabas, traerás tu dote para apoyar mis estudios y cuidar de mi madre. Me casaré contigo."

Historia 2: Mi hermana menor es tan indiferente como un crisantemo, nunca compite por nada.
Cuando mi hermano menor se casó y compró una casa, mis padres nos pidieron a mi hermana y a mí que aportáramos 500.000 yuanes cada una para ayudar.
Me negué a pagar y me mudé sola con mi hermana fuera de nuestra ciudad natal.
Pero mi hermana me culpó por ser tacaña y, en secreto, usó mi tarjeta para transferir 800.000 yuanes a mi hermano para la casa.
Cuando mi hermano apostó y acumuló enormes deudas, mis padres querían que mi hermana se casara con un anciano y usara el precio de la novia para pagar la deuda.
Discutí con razón y regañé a mis padres por no ser dignos de ese título.
Mi padre me dio una fuerte bofetada y me dijo que me fuera de casa.
Llorando, corrí bajo la lluvia y fui atropellada por un coche.
Mis padres se apresuraron a encargarse de mi funeral y usaron mi herencia para pagar las deudas de mi hermano.
Recostada en los brazos de mi madre, mi hermana dijo con indiferencia:
—"La hermana no valoraba el afecto familiar, así que merecía este final."
Siempre pensé en ella en todo, pero acabé muerta y sin cuerpo completo.
Ella es tan indiferente como un crisantemo, pero se queda con todas las ventajas.
Mi resentimiento era profundo.
Cuando abrí los ojos de nuevo, regresé al día en que mis padres nos pidieron que compráramos una casa para mi hermano.
---------------------------------------------