Un trekking al pasado: Pueblo Escondido

Pueblo Escondido: de pueblo minero a turismo de aventura

Caminar hacia Pueblo Escondido da la posibilidad de hacer consciente cada respiración, cada paso, cada rayo de sol que toca nuestra piel. Es mirar sin fin, maravillarse y perderse en el horizonte que se deja ver entre las sierras comechingones que separan la provincia de Córdoba con la vecina San Luis. El andar nos permite estar sumergidos en la inmensidad, son kilómetros que sabemos, tendrán una recompensa. Apreciar el verde, los árboles, por momentos los pajonales, la flora y la fauna autóctona. No hay mucha sombra en los kilómetros caminados por eso hay que ir precavidos, con mucho líquido para hidratarse, con protección para el sol y si fuera en horas tempranas del día, mucho mejor.
Luego de una caminata de casi dos horas, subiendo y bajando por piedras constantemente, atravesando arroyos y ríos cristalinos, llegamos a un balcón, un mirador que nos permite ver uno de los tesoros que esconden nuestras sierras. Desde lejos y desde arriba podemos ver el pueblo que tuvo su apogeo entre 1.900 y 1970, un pueblo minero que al pie del Cerro Aspero trabajaba para extraer el tungsteno. En este lugar llegaron a vivir unas 400 personas que trabajaban en la mina.

Este paraje recreado en el cerro Aspero hace ya más de dos décadas sobre una mina de tungsteno abandonada, es un atractivo que deja atónitos a todo el que lo visita. No sólo los amantes del trekking y de estos tesoros naturales e históricos, sino que también es un destino elegido para los motoqueros y los que realizan travesías en 4x4.
Lo que fue el mayor pueblo minero en su época se reconvirtió en un sitio de atracción turística. Miles de visitantes llegan por año, cada fin de semana, para impactarse con su historia pero también con su paisaje. El lugar invita a tener los ojos bien abiertos, a no perderse cada detalle, pero basta cerrarlos un instante para imaginar una escena de hace 60 años con cientos de mineros subiendo y bajando faldeos, entrando y saliendo de los oscuros túneles, picando y cargando piedras, habitando un paraje perdido en plena sierra, pero con un alto desarrollo para su época.

Hermoso imaginar, hermoso recorrer, caminar y viajar en el tiempo....