Así es la incontinencia urinaria. ¿Cómo evitarla?

La incontinencia urinaria es una condición que se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina debido a una alteración de la vejiga o de la uretra, que es el conducto que comunica la vejiga con el medio exterior.

Esta condicion es tan comun que afecta a 6 de cada 10 mujeres y aumenta con la edad a partir de la menopausia y después del parto, en especial por los segundos nacimientos y aunque es más comun en las mujeres, también hay muchos hombres que la padecen.

Si las terapias y tratamientos no mejoran los síntomas, el medico puede recomendar que el paciente se someta a una cirugía.

Existen diferentes tipos de incontinencia urinaria y cada uno tiene diferentes síntomas y causas que los caracterizan.

La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando hay un aumento de la presión abdominal sobre la vejiga, haciendo que pierdas orina al toser, estornudar, reír, levantar algo pesado o realizar alguna actividad física, esto debido a la debilidad de los músculos en los que descansa la vejiga, también llamado piso pélvico.

La incontinencia de urgencia, ocurre cuando se tiene una fuerte necesidad de evacuar y algo de orina se escapa antes de llegar al baño.

La incontinencia por rebosamiento, sucede cuando la vejiga no se vacía por completo, provocando que quede demasiada orina en la vejiga, al punto de perderla involuntariamente.

Y la incontinencia funcional que aparece debido a una discapacidad física o mental.

El sistema urinario se compone por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.

La orina está normalmente compuesta de agua y otros residuos filtrados por los riñones que fluyen a través de los uréteres hasta la vejiga urinaria, un órgano muscular expandible donde se almacena la orina. Para la eliminación de la orina, esta sale del cuerpo por un conducto llamado uretra, no sin antes ser liberada por dos músculos especiales en forma de anillos denominados esfinteres los cuales ayudan a controlar la liberación de la orina ya sea relajando, para iniciar el flujo o contrayendo para detenerlo.

La mayoría de las cirugías para ponerle fin a este problema se realizan sin complicaciones y duran alrededor de una hora, así mismo, el paciente puede ser anestesiado de forma general o espinal, según recomiende el médico.

Una de las posibles intervenciones, es la suspensión abdominal de vejiga abierta, en donde el cirujano empezará realizando una incisión en el abdomen sobre la vejiga, para luego suturar la uretra y el cuello vesical próximo a la pared del hueso pélvico u otras estructuras cercanas para cambiar su ubicación y ángulo, de esta forma la orina tiene menos tendencia a fluir fácilmente bajo presión.

Por otra parte, en un proceso laparoscópico se insertará un endoscopio equipado con una linterna, cámara y pequeños instrumentos quirúrgicos, los cuales entrarán al paciente mediante incisiones diminutas en el abdomen.

De igual manera la técnica de cabestrillo, ayuda a cerrar la uretra y el cuello de la vejiga, aquí el cirujano comenzará realizando 2 pequeñas incisiones, una en la vagina y la otra en el abdomen, la incisión vaginal dejará a la vista la uretra y la vejiga próxima, mientras que la incisión abdominal dejará a la vista  una pieza resistente de tejido cerca de la superficie llamada fascia del recto, en el que se unirá un extremo del cabestrillo hecho del propio tejido o de un material sintético el cual será deslizado bajo la uretra y cerca de la vejiga, para crear un soporte tipo hamaca para la uretra.

Al final del procedimiento, el médico suturará las incisiones, algunas veces insertará un catéter para ayudar a drenar la vejiga hasta que el paciente pueda orinar fácilmente por su propia cuenta. Después del procedimiento quirúrgico el paciente será trasladado a recuperación para la aplicación de antibióticos y analgésicos, ser vigilado y de 1 a 3 días, ser enviado a casa con cuidados específicos de su herida.

Beber una cantidad adecuada de agua, estar físicamente activo, mantener un peso saludable, evitar el estreñimiento, no fumar y hacer ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico, pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir incontinencia urinaria.

Si tú o alguien que conoces padece de incontinencia, no tengas pena, acude con tu médico de confianza para valoración y que comiences con tratamiento oportuno. No olvides que siempre hay una solución, así que comparte este video en tus redes sociales para que todos se enteren de qué es la incontinencia urinaria, qué la causa y cómo evitarla.

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