REGRESOS VÍA CRUCIS CÓRDOBA 2025. Nuestro Padre Jesús Nazareno por la calle Deanes

En la jornada del sábado 18 de octubre de 2025 diversas corporaciones cordobesas regresaron a sus templos desde la Santa Iglesia Catedral (Mezquita) tras haberse celebrado la semana anterior el Magno Vía Crucis Diocesano 'Córdoba, Vía Sacra de Occidente' en conmemoración por el seiscientos aniversario del rezo del vía crucis por el beato San Álvaro y en el que participaron un total de 34 hermandades -12 de ellas procedentes de la provincia de Córdoba-.

En las imágenes se observa el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno de regreso a su sede canónica por la calle Deanes en el corazón de la judería cordobesa.

En cuanto se refiere a la aparición de las cofradías de Jesús Nazareno en la provincia de Córdoba cronológicamente ocupa el primer lugar la de la capital, cuyos estatutos fueron aprobados en marzo de 1579 por el obispo baenense fray Martín de Córdoba y Mendoza y la primera en instaurar las nuevas formas penitenciales de las primeras horas del Viernes Santo .Los orígenes de la corporación se sitúan en la calle Carchenilla, actual calle de Jesús Nazareno, del barrio cordobés de San Lorenzo. En ésta, se documenta la existencia, anterior a 1490, del hospital de San Bartolomé, establecimiento asistencial que era propiedad de la corporación asistencial que en el citado año 1579 se convierte en Hermandad de penitencia aunque sin perder su primitiva vocación. La celebración más importante de la Hermandad es la Estación de Penitencia en la madrugada del Viernes Santo. El siglo XVII marcará una etapa de esplendor y apogeo de la Hermandad. Aumentó el número de hermanos y culminó el proceso de aristocratización de la cofradía. Se incorporan nuevos elementos en la Estación de Penitencia y se adopta la estética barroca. Se produce una auténtica eclosión devocional hacia la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y se incorporan las imágenes de San Juan, datada en 1626, y Nuestra Señora de la Soledad, obra de José de Mora. Más tarde, en 1627 y 1628 respectivamente, se incorporarían las tallas dela Magdalena y la Verónica. En el siglo XVIII la cofradía vive un proceso paulatino de postración que acaba con la suspensión de la estación de penitencia en 1793. Durante el siglo XIX y XX se experimentan distintos intentos de refundación (particularmente, 1850 y 1938) pero no será hasta 1971 cuando el último intento de refundación resultaría exitoso. En febrero de 1972 se elige la primera junta directiva de esta nueva etapa y en marzo el obispo aprueba los estatutos, realizando estación de penitencia el Martes Santo de ese mismo año gracias a la predisposición de las religiosas de la Congregación de Hospitalarias de Jesús Nazareno que se habían encargado del cuidado de las imágenes. Entre 1987 y 2000, recuperan la salida procesional en la Madrugada del Viernes Santo y en 1990 comenzaron a realizar estación de penitencia en la Catedral. En un cabildo general celebrado el septiembre de 2000 se decidió que la hermandad pasase a procesionar en la tarde del Jueves Santo (a partir de 2001).

El Señor es de autor desconocido de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII de factura completa, y es de las grandes devociones históricas de Córdoba, fue restaurada por Andrés Valverde, Juan Reyes y Enrique Hinojosa en 1978.

Varios historiadores han querido ver la mano de Andrés de Ocampo, otros la del propio Pablo de Rojas, pero lo cierto es que, en la actualidad, tales argumentos carecen de base sólida.

Realizado en madera de álamo blanco, éste Nazareno de cuerpo entero con perizoma lleva la corona de espinas al gusto imperante en el siglo XVI. Apenas encorvado, sostiene la Cruz sobre su hombro izquierdo, a la vez que gira levemente la cabeza hacia la derecha. Su rostro, de facciones muy marcadas, apenas se vislumbra entre su poblada y poca trabajada barba. De nariz recta y cejas curvas, frunce ligeramente el ceño, viéndose caer, poco a poco, las gotas de sangre que se deslizan por su arrugada frente.[1]​

La imagen procesiona sobre un paso de caoba de estilo rococó diseñado y realizado por Andrés Valverde a finales de los años noventa. En 2023 sustituyó los tradicionales hachones de color tiniebla que iluminan a la imagen, para pasar a lucir cuatro nuevos faroles que el mismo imaginero ya había recogido en su diseño.

El portentoso Nazareno cordobés regresó acompañado musicalmente por la Capilla Musical Ars Sacra de Sevilla.