Parque periurbano de Jaén (Jaén): Jabalcuz cara Norte
Автор: Galeno MaM
Загружено: 2025-05-04
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Realizada el 01 05 2025
Jabalcuz es un monte alomado, perfectamente definible desde la distancia, aislado de otras cadenas montañosas y que resguarda por el sur a la ciudad de Jaén. Se alza a 1.614 m.s.n.m. siendo imponente la vista de su cara norte desde la urbe, desde donde hay prácticamente 1 km de desnivel positivo. Se ha considerado, por su forma y por la existencia en su base de un manantial de aguas termales como un volcán extinguido, teoría desechada desde el punto de vista geológico ya que se trata de una montaña caliza. La existencia de las aguas termales, conocidas desde muy antiguo, favoreció la construcción de un balneario que dista unos 6 km desde la ciudad de Jaén.
La amplia extensión que alcanza la montaña en su base hace que su territorio sea compartido por los términos municipales de Torredelcampo, Jamilena, Los Villares y la capital, Jaén. La base de la cara noreste se encuentra humanizada, allí se asienta la urbanización Bellavista y la aldea de Jabalcuz, donde se asienta el balneario. El acceso a la cima puede realizarse sin restricciones desde la localidad de Torredelcampo o desde la Urbanización Bellavista, lugar que elegimos en este caso.
En el anecdotario de la montaña, reseñar el refrán popular abreviado que dice “Cuando Jabalcuz, lleva montera, llueve aunque Dios no quiera”, lo que puede ser un buen referente a la hora de afrontar una subida con cielo cubierto. La otra es que la cima de Jabalcuz, donde se sitúa la caseta de vigilancia de incendios, se le conoce como “piedra del muerto”, ya que, al parecer, alguien fue alcanzado en el lugar por un rayo, falleciendo, lo que puede ser otro indicativo meteorológico para evitar la subida con tiempo incierto.
Accedo a la urbanización Bellavista desde la ciudad de Jaén, llegando al cordel de Jabalcuz por un empinado y estrecho camino cementado. En el cordel dejo el vehículo apartado en lugar apropiado, existiendo un ensanche habilitado en el camino (WP-01). Desde allí comienzo a caminar por el cordel, abandonándolo poco después por la pista forestal que asciende a la cumbre y que compartiré tanto a la ida como en el regreso durante un corto trayecto. La pista va ascendiendo sin descanso trazando amplias tongas o lazadas para salvar el desnivel, pasamos una barrera (WP-02) que impide el tránsito de vehículos y tras la siguiente tonga, parte por la izquierda el camino que seguiremos durante casi toda la ascensión por esta ladera norte, la vereda del pincho (WP-03) y que está señalizada como sendero local circular. Al principio es un ancho camino que cuenta con refuerzos de mampostería para salvar una pedrera (WP-04). Llegamos a una zona donde encontramos una puerta que sirve de acceso a una finca privada (WP-05) , donde el camino se convierte en una deliciosa senda por la que ganaremos la mayor parte de la ladera norte hasta conectar con un punto cercano al puerto del aíre. Nos introducimos en un precioso bosque por el que la senda va abriéndose camino hasta salir de este (WP-06) ofreciéndonos una panorámica impresionante con la altura ganada. Pasamos por otra pedrera (WP-07) y un poco más adelante, la vereda comienza a ascender decididamente realizando dos o tres tongas (WP-08). En una de ellas compruebo que llevo 5 km. (WP-09) realizados y, por tanto, la mitad de la ascensión realizada. Continua la ascensión remontando otra pedrera (WP-10), y ahora más horizontal, en plena ladera norte, se me va apareciendo la impresionante cresta del diablo que me acompañará casi hasta el final de la ruta (WP-11). Acaba un poco más adelante la vereda, asomando de nuevo a la pista que dejamos más atrás (WP-12), ahora me encuentro bajo la vertical de la cima que tendré que ganar salvando nuevas lazadas o tongas, pero con amplias y generosas panorámicas del entorno. Este camino, hasta la cumbre, será compartido de ida y vuelta. Llego a un extremo de la ultima lazada del camino, donde casi toco la cerca que va por la cresta (WP-13). Me encaramo a la cresta (WP-14) y avanzo por ella, con la cerca de mi derecha hasta alcanzar la caseta de la cima situada en la conocida como piedra del muerto (WP-15). Tras un rato de contemplación desde donde, en un día claro, puede visualizarse media provincia, y la toma de un refrigerio, inicio el tedioso, aunque más breve descenso por la pista forestal, pasando por el puerto del áire (WP-16), sin abandonarla en ningún momento a pesar de las innumerables trochas existentes ya que son peligrosas por estar trazadas en gran pendiente y con terreno arenoso muy resbaladizo, por lo que desaconsejo su uso. El descenso lo realizaremos con la cresta del diablo a mi izquierda en todo su recorrido, desde el portillo del diablo, por encima del puerto del aíre, hasta el portillo cascabel, ya cerca del final de etapa y que me separa del barranco del río Reguchillo.
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