NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE: La Palabra de Dios ante todo | Maribella Nivar

NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE: La Palabra de Dios ante todo.

Es ese amor ferviente por la Palabra que sale de la boca de Dios, por guardar esa Palabra lo que hará que verdaderamente vivamos, no solo de pan, sino de toda palabra que sale de Su boca. Que dic la palabra? “Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata,” y que dice más adelante? “Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,
Y aborrecí todo camino de mentira.” Es aquel amor por la verdad que sale de la boca de Dios y el aborrecimiento de la mentira que inventa Satanás el que nos hará permanecer en Su Palabra y obedecerla por encima de todo. Es cierto que dicen por ahí que somos lo que comemos, y en verdad podemos comer Palabra de Dios, pero en Dios no somos lo que comemos si aquello que comemos también no lo vivimos. En Dios más bien somos lo que vivimos, lo que vivimos de lo que sale de la boca de Dios. Podemos morir espiritualmente saciando el hambre y el apetito de aquel fruto prohibido como lo hizo Eva, o podemos vivir de la palabra de Dios antes que vivir del pan que nos hara pecar. Aquel pan que haría que Jesus cayera en la tentación de Satanas, pecando contra Dios antes de empezar su ministerio. Todo hubiera quedado allí, en el instante que Jesus pecare la humanidad quedaba condenada sin esperanza de redención. Pero aquel postrer Adan no podía pecar, necesitábamos que el postrer Adan no hiciera lo mismo que el primer Adan. Necesitabamos que el postrer pusiera la palabra de Dios por encima de toda tentación, para que la condenación causada por el primer Adan quedara desecha. Necesitabamos que el postrer Adan obedeciera aquella Palabra, para que la muerte que trajo aquella desobediencia del primer Adan quedara sorbida en victoria. Y fue este postrer Adan que haciendo asi nos enseno que como el hombre murió por saciar un apetito de un fruto, asi también vendría a tener vida a través de la vivencia de la Palabra que sale de la boca de Dios.
A Jesus se le hacia mas fácil convertir aquellas piedras en pan, y comer de ellas al instante, y saciar su necesidad. Pero se decidio por el camino difícil, por el camino pesado, por el poner la Palabra de Dios por encima de aquella tentación. A Eva se le hizo más fácil, optar por lo deconocido, aquel fruto del cual desconocia el sabor y quizo probar el fruto de aquel árbol prohibido. En aquel fruto había muerte, en aquella mentira perecieron Adán y Eva.