Por qué algunas personas no sienten amor por sus padres

No todas las personas sienten un vínculo profundo con su familia, y eso no siempre tiene que ver con falta de amor — sino con heridas invisibles. En este video exploramos por qué algunas personas no sienten apego hacia su familia, revelando cómo el ambiente emocional de la infancia, la ausencia de seguridad y las dinámicas familiares difíciles pueden romper un lazo que muchos dan por garantizado. El desapego no nace de la frialdad… nace de la protección.

Los psicólogos explican que cuando un niño crece sin soporte emocional, con crítica constante, rechazo, trauma o relaciones impredecibles, el cerebro aprende a desconectarse para sobrevivir. El apego inseguro, la evitación emocional y la desconfianza se vuelven mecanismos de defensa que continúan en la adultez. Estas personas no evitan a su familia por egoísmo — evitan el dolor que un día no pudieron manejar. Su distancia es una forma de proteger lo poco que pudieron conservar de sí mismos.

En esta exploración descubrirás cómo la falta de validación, el trauma, la dependencia emocional rota y los estilos de apego moldean la relación con la familia. Entenderás por qué algunos se sienten más conectados con amigos que con parientes, por qué la cercanía les incomoda, y por qué sanar no siempre significa volver, sino aprender a relacionarse sin miedo. A veces, no sentir apego no es una falla — es una cicatriz.