Vic Amuso: Más de 30 Años al Mando de la Familia Criminal Lucchese

Víctor Amuso es una figura que encarna el lado más oscuro y cínico de la mafia neoyorquina.
Con su estatura baja y su mirada penetrante, su apodo, "Don Mortal", no es casualidad; fue acuñado por el fiscal adjunto Charles Rose, reflejando su implacable liderazgo durante uno de los periodos más sangrientos de la familia Lucchese.
A pesar de cumplir cadena perpetua desde principios de los noventa, su reinado, aunque debilitado, continúa allí. Él manda y los demás deben obedecer.
La resistencia a sus directrices o la simple sospecha de traición resulta cara: conlleva derramamiento de sangre.
Esta es la historia de “Little Vic” Amuso, el jefe encerrado y envejecido de la organización Luckese.

Brooklyn, mediados de los años treinta.
Un joven llamado Vittorio Amuso, nacido el cuatro de noviembre de mil novecientos treinta y cuatro en el barrio de Canarsie, crecía rodeado de una atmósfera en la que se respiraba ilegalidad y peligro.
Su infancia estuvo marcada por el constante eco de los pasos de los capos italianos, que merodeaban los callejones y bares de su vecindario, estableciendo un aura de respeto y temor que, para muchos chicos de su edad, era fascinante.
En aquel entonces, Nueva York estaba dividida entre cinco familias delincuenciales: Bonanno, Profaci, Gambino, Genovese y Gagliano.
La última de ellas era dirigida por Tommaso “Tommy” Gagliano, quien había sustituido a Joseph Pinzolo y a Gaetano Reina en la jefatura familiar.
Mientras la ciudad se preparaba para salir de la Gran Depresión, el joven Vittorio, quien prefería ser llamado “Victor”, “Vic” o incluso “Little Vic”, fue absorbiendo el encanto y el rigor de esa vida poco honesta.
En aquellos tiempos, la Omertà no era solo un término: era un juramento mortal. Cualquiera que rompiera el pacto enfrentaba un destino que dejaba claro el precio de la deslealtad.
Y, aunque solo era un niño, Amuso iba entendiendo las reglas del juego.