"Necesito Hacer El Amor, Súbete La Falda" Ordenó El Patrón Solitario Que Contrató Una Hermosa Virgen

"Necesito Hacer El Amor, Súbete La Falda" Ordenó El Patrón Solitario Que Contrató Una Hermosa Virgen

Descripción:
En 1903, la inocente y trabajadora Natalia (23 años) aceptó un trabajo bien pagado pero aislado en la hacienda del enigmático León (35 años) para mantener a su madre enferma, ignorando los rumores sobre su temperamento. Desde el primer día, León la ignoraba fríamente, pero ella a menudo lo atrapaba mirándola con una intensidad que la quemaba. Él la puso a prueba con tareas físicas imposibles, esperando que renunciara, pero la determinación de Natalia lo sorprendió. Cuando un capataz intentó propasarse con ella en los establos, la furia de León fue volcánica; despidió al hombre en el acto, dejando clara su posesividad protectora. Poco después, Natalia encontró un libro raro de poesía en su habitación, un regalo anónimo que solo podía ser de él, revelando una sensibilidad oculta. Una noche, rompiendo sus propias reglas, León la invitó a cenar a su mesa, y la conversación fluyó, derribando los muros entre patrón y empleada. Entonces, una tormenta violenta los aisló en la casa principal, la electricidad en el aire reflejando la tensión entre ellos. Fue en la biblioteca, rodeados por el rugido de la lluvia, donde León finalmente rompió. "Necesito hacer el amor, súbete la falda," ordenó el patrón, su voz ronca no por mandato, sino por una necesidad desesperada. Natalia, viendo la vulnerabilidad en sus ojos salvajes, dudó solo un segundo antes de decidir confiar en el hombre que la había protegido. Su iniciación esa noche fue lenta y reverente, transformando su miedo en un placer que nunca imaginó. A la mañana siguiente, él la sirvió, un acto de devoción silenciosa. Finalmente, confesó que la había amado desde el momento en que la vio en el pueblo meses atrás. Cuando su elitista familia intentó expulsarla por ser pobre, León renunció a su herencia sin dudarlo para elegirla a ella. Se casaron en la pequeña capilla de la hacienda, sellando su destino como iguales en el amor y la vida.