POR SU POBREZA SE CONVIRTIÓ EN NAHUAL / un brujo lo engaño y volvió una bestia / eventos reales

Mi hermano mayor, Juan, me contó una vez que había escuchado a un anciano del pueblo hablar de un nahual que había sido visto allá por el monte Tláloc. Decía que era un hombre que se había vendido al diablo y que ahora se transformaba en un lobo gigante, con ojos que brillaban como el fuego.

Mi hermano y yo nos reímos de la historia, pensando que era solo una leyenda para asustar a los niños.

Pero ahora, al recordar esas palabras, me di cuenta de que tal vez no eran solo historias.

Con el paso de las veces mi padre dejó de comer, solo tomaba agua y se dormían las mañanas y en la noche se despertaba y se iba para el monte

Les cuento que tiempo después seguimos a mi padre, esa vez me quedé escondido detrás de un árbol, observando cómo se transformaba otra vez en una bestia.

El proceso fue lento y doloroso, como si sus huesos se estuvieran rompiendo y su cuerpo se estuviera estirando.

Sus ojos se volvieron amarillos, y su piel se volvió áspera y peluda.

Me quedé paralizado de miedo, sin poder creer lo que estaba viendo.

relato escrito y adaptado por chemo San Juan de

Mi padre, el hombre que me había criado, el que me había enseñado a caminar y a hablar, se había convertido en una bestia híbrida y te isvuba fuerza impresionante porque lo ví partir un árbol por la mitad.

La bestia se fue, desapareciendo en la oscuridad, y yo me quedé allí, solo y asustado. No sabía qué hacer, no sabía cómo ayudar a mi padre, porque también tuve miedo de ser atacado.

Regresé a casa, con la cabeza llena de preguntas y el corazón lleno de miedo.

¿Qué había pasado con mi padre? ¿Qué lo había llevado a hacer un pacto con el diablo para volverse una bestia Nahual ?

Al llegar a casa mi hermano me preguntó dónde había estado. No le dije nada, no podía. Me fui a mi habitación y me acosté, intentando entender lo que había visto.

Pero no pude dormir. La imagen de mi padre transformándose en una bestia se me quedó grabada en la mente, y no pude sacarla de allí.

Desde ese momento maldije la comida y el dinero que mi padre nos dejaba, al final de cuentas era malo y podía tener consecuencias.

Relato escrito y adaptado por chemo San Juan de los eventos reales de suscriptor anónimo del canal.