SANTO ROSARIO DE HOY: Los 7 Dolores de la VIRGEN MARIA (Martes, Diciembre 9)

El Rosario de los 7 Dolores de la Virgen María es una devoción católica que invita a los fieles a meditar sobre los siete principales momentos de sufrimiento que vivió la Virgen María a lo largo de su vida. Este rosario tiene la finalidad de fomentar la piedad y la unión espiritual con la Madre de Dios, recordando su valentía y dolor en momentos clave de la vida de su hijo, Jesucristo.

Cada "dolor" está asociado con un misterio de la vida de María, y durante la oración del rosario, los fieles meditan sobre cada uno de estos momentos de sufrimiento. Los siete dolores son los siguientes:

La profecía de Simeón: Cuando el anciano Simeón, en el Templo, profetiza que una espada atravesará el alma de María (Lucas 2:25-35).
La huida a Egipto: María y José huyen a Egipto para salvar la vida del niño Jesús, huyendo de la amenaza del rey Herodes (Mateo 2:13-15).
La pérdida del niño Jesús en el Templo: María y José buscan a Jesús por tres días, después de haberlo perdido en Jerusalén (Lucas 2:41-50).
El encuentro con Jesús en el camino al Calvario: María se encuentra con Jesús mientras Él lleva la cruz hacia el lugar de su crucifixión (Lucas 23:27-31).
La crucifixión y muerte de Jesús: María presencia la crucifixión de su hijo en el Calvario (Juan 19:25-30).
El cuerpo de Jesús en los brazos de María: Después de la muerte de Jesús, su cuerpo es colocado en los brazos de su madre (Lucas 23:50-54).
La sepultura de Jesús: María presencia el entierro de su hijo en el sepulcro (Mateo 27:57-61).
Este rosario es también conocido como el "Rosario de los Dolores" y tiene una estructura similar al tradicional, pero en lugar de los misterios del Rosario común, se rezan los siete dolores de la Virgen. Durante cada uno de estos momentos de sufrimiento, se rezan las oraciones típicas del rosario, como el "Padre Nuestro" y el "Ave María", y se medita profundamente sobre el dolor y la fe de María.

La devoción al Rosario de los 7 Dolores también busca consolar a los fieles, ayudándoles a comprender y compartir los sufrimientos de María, quien, como madre, vivió una de las experiencias más dolorosas al ver a su hijo sufrir y morir.