Un Robot Contra el Cáncer: La Revolución Silenciosa del Instituto Oncológico Nacional

Por Redacción de SaludPanama.

Panamá vive un antes y un después en la historia de su medicina pública. No se trata de una declaración simbólica ni de una aspiración lejana. Es un hecho: desde el 24 de julio de 2025, el Instituto Oncológico Nacional (ION) ha comenzado oficialmente una nueva era quirúrgica, inaugurando con éxito su sistema quirúrgico Da Vinci Xi, el robot médico más avanzado del mundo.

Esta no es la historia de una máquina. Es la historia de un país que se atrevió a soñar con una medicina pública de primer nivel. Y lo hizo realidad.

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"La salud es un bien tan preciado que no escatimar esfuerzos para dignificarla no es una opción, es un deber."
Dr. Julio Santa María, Director General del Instituto Oncológico Nacional
Tecnología que toca la vida
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El Da Vinci Xi no es un simple brazo mecánico. Es un sistema robótico quirúrgico de última generación diseñado para traducir el movimiento de los dedos del cirujano en acciones ultrafinas, ejecutadas con precisión milimétrica dentro del cuerpo humano. Sus cuatro brazos articulados permiten operar a través de pequeñas incisiones, con una visión tridimensional de alta definición que supera incluso a la percepción humana. En palabras del Dr. Armando De Gracia, jefe del Servicio de Urología Oncológica del ION, "es una herramienta que no reemplaza al cirujano, lo potencia."

Aunque su aplicación se extiende a múltiples especialidades quirúrgicas, en el ION este avance encuentra una poderosa razón de ser: ofrecer nuevas y mejores opciones quirúrgicas a pacientes con cáncer dentro del sistema público nacional.

La primera cirugía realizada fue una prostatectomía radical robótica asistida. Un procedimiento que hasta hace poco solo estaba disponible en clínicas privadas del extranjero, hoy forma parte del catálogo de intervenciones ofrecidas a pacientes asegurados y no asegurados en el corazón del sistema público panameño.

El impacto clínico es inmediato: menos sangrado, menos dolor, menor tiempo de hospitalización, recuperación acelerada y, sobre todo, una mejor tasa de éxito curativo. Para el paciente, esto significa menos miedo y más esperanza.

Un ecosistema humano
Detrás del robot, hay seres humanos. Esta historia está tejida con hilos de planificación, sacrificio y visión a largo plazo. Desde hace más de cinco años, la unidad de Biomédica del ION, bajo la dirección de la ingeniera Joany Delgado, fue construyendo el proyecto paso a paso. Presupuestos, licitaciones, autorizaciones gubernamentales, logística quirúrgica, adiestramiento de personal... Nada fue improvisado.

"El día que el equipo llegó fue inolvidable," recuerda la ingeniera Delgado. "Fue como ver materializado un sueño colectivo."

El ION ahora cuenta con nueve cirujanos certificados para operar con el sistema Da Vinci, respaldados por anestesiólogos, instrumentistas, ingenieros biomédicos y especialistas en planificación quirúrgica. Todos han sido formados para garantizar que la incorporación de esta tecnología no sea un acto simbólico, sino funcional, seguro y sostenible.

Medicina pública del siglo XXI
Panamá se convierte así en el primer país de Centroamérica en ofrecer cirugía robótica avanzada desde una institución pública especializada en oncología. Y este dato no es menor. El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en la región. Equipos como el Da Vinci Xi representan una frontera tecnológica que usualmente está fuera del alcance del ciudadano común.

Para el Dr. Julio Santa María, director general del ION, esto es precisamente lo que da sentido al esfuerzo: "Esto representa una oportunidad de vida para muchos pacientes que antes no tenían acceso a este tipo de cirugía."

Y lo subraya con una convicción que va más allá de la medicina técnica: "El robot es una máquina, pero el que lo maneja es un médico, y quien recibe el tratamiento es un ser humano. Nosotros nos debemos a ese ser humano."

Más allá de la cirugía
El sistema Da Vinci no sólo permite operar con mayor precisión. También abre la puerta a una nueva etapa de formación quirúrgica. Gracias a sus sistemas de simulación y a su software de registro de rendimiento, el ION podrá convertirse en un centro de entrenamiento para nuevos cirujanos oncológicos. La cirugía robótica deja de ser un lujo académico y se convierte en una herramienta educativa estratégica.

El inicio de un legado
Este logro —como muchos grandes avances— es fruto de una mezcla de ciencia, voluntad política, sacrificio institucional y fe en el futuro. El Instituto Oncológico Nacional celebra en septiembre su aniversario número 84, y lo hace con una promesa concreta a Panamá: la tecnología no será un privilegio; será una herramienta de equidad.

Panamá, gracias a su gente y su visión, ha dejado de mirar desde lejos la medicina del futuro. Hoy la tiene en casa, al servicio de quienes más la necesitan.

Publicación original en SaludPanama.com.