Mira!!! Te digo hasta pronto!!!

Partida de Fernanda Lucia

Era un miércoles, mitad de semana y yo estaba nervioso por la ansiedad de saber que algo maravilloso iba a pasar en mi vida muy pronto. Fue un 21 de Febrero el día en que llegó a este mundo como enviada del más allá para darme el mensaje de que mi vida sería diferente. Recuerdo que solo imaginé la cara de mi madre al ver la de ella y me refugié en la emoción de saber que era "mi" hija y que por el resto de nuestras vidas, ella sería parte fundamental de la mía.

Creció de una manera natural, espontanea y feliz. Siempre estuvo llena de amor, el que continuamente acariciaba sus acciones, su sonrisa y su volátil genio al que nos expuso de manera sincera y libre.

Estableció ella una relación muy especial, casi única con todos y con cada uno de los miembros de su entorno e hizo que su presencia se sintiera con un aprecio delicado e inapelable en cada momento que estaba despierta y luego la fusión de su inagotable ternura cuando estaba dormida. Siempre le ha gustado dormir, siempre sentí que era su mejor premio.

El tiempo pasa en nuestras vidas casi sin darnos cuenta y de pronto nos encontramos con alguien que asumió las circunstancias de su destino con un carácter lógico y un sentimiento apacible, ilustrado en su forma de hablar, de proceder, de vestirse, torneado por sus decisiones y la claridad de lo que es preciso hacer.

Siempre le he dado el beneficio de la duda porque desde muy niña mostró su sinceridad casi como el final de un cuento de hadas. Su pseudo-madurez aunque aún no muy real en aquel entonces de niña, me daba la tranquilidad de poder relatarle mis sentimientos con confianza y aunque estoy seguro no entendía mucho de mi conversación, siempre me decía: si papi, tranquilo que así va a ser.

Los cambios se vinieron y fueron tomando forma continua, como el estilo de escoger su ropa, sus preferencias musicales, los colores, donde ir a comer, su vocabulario y la semántica de su conversación, empezó a obedecer al estereotipo de su generación Z, mostrando su sensibilidad por la diversidad, su pragmática estrategia para manejar sus intereses, su conocimiento y familiaridad con el mundo digital y su defensa sensata de las cosas que tanto le importan.

Sus triunfos fueron celebrados, sus derrotas consoladas, sus aventuras enriquecidas, sus viajes apoyados y su conversación siempre abierta fue estimulada con la intención de encontrar aquello que la motivaba y que mostraría el camino que quizás habría de seguir.

Me enorgullece su intima relación con nuestra cultura colombiana, su origen, aquel que le fue regalado naturalmente por sus padres y que hoy la hacen miembro especial pero también normal de aquel gran grupo de gente llamado familia.

Hoy es un día especial porque parte de casa, porque para continuar su vida universitaria, se traza un lapso geográfico que invisiblemente la llevará al resto de su vida.

Se de corazón que vas a estar bien, se que tu sentimiento es ambivalente, pero sé que tu sabes que aquí estaremos, que aquí estoy y estaré por siempre. Te amo hija mía . . .