Serie: Conociendo a Dios "Dios es Justo"

Serie: Conociendo a Dios
20: Dios es justo

“Porque el SEÑOR es justo y ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro.”, Salmo 11:7.

1. Justo
Dios es justo y hace justicia. Él juzga tanto lo bueno como lo malo, al que hace bien, como al que hace mal. Y todo lo hace justamente. Él no comete injusticias con nadie.
La justicia de Dios es uno de Sus atributos más rechazados porque al hombre no le agrada ser juzgado. Nadie quiere ir a juicio y menos por alguien Omnisciente, Omnipotente e Imparcial.
A todos nos agrada saber que Dios es amor; que Él es misericordioso, compasivo y comprensivo. Pero, no a todos les resulta agradable saber que Dios también juzga, castiga y disciplina. No les es grato escuchar de un Dios que se enoja y que está airado con el pecador. Ninguna de sus acciones es injusta porque Él es Santo.
La santidad de Dios le impide tolerar el pecado (no sólo la injusticia, sino todo tipo de pecado) y Su justicia le exige castigar al pecado (Dios no puede dejar al pecado sin castigo). No sólo porque le ofende, sino porque daña Su creación. Sin embargo, Su paciencia le hace NO aplicar Su justicia inmediata (la muerte, Ro. 6:23). Al mismo tiempo, Su amor le impulsa a proveer un camino para alcanzar el perdón de pecados: Jesucristo. Su misericordia le llevó a entregar a Su Hijo para que Él recibiera el castigo que el pecador merece. Cristo se ofreció voluntariamente para recibir la ira del Padre y así Su santa justicia quedó satisfecha (Juan 3:16).

2. Recompensas y castigos
Por Su perfecta justicia, Dios juzga a las personas según le corresponda a cada uno de acuerdo con sus acciones. “Él recompensará a cada uno conforme a sus obras:”, Romanos 2:6. Así que, Dios recompensa al que hace el bien y castiga al que hace el mal. Aunque algunas de esas recompensas y castigos no los hace en esta vida, sino los está reservando para la eternidad. Aquí es donde a veces consideramos que Dios es injusto porque no aplica su justicia inmediata (recompensar o castigar), pero no pasará por alto.

3. Justicia terrenal
Dios comunica Su justicia a la humanidad (atributo comunicable) en forma general. Por ello, cada persona tiene cierto sentido de lo que es bueno y lo que es malo. Ej.: dañar al prójimo no es bueno, robar es malo, asesinar no es correcto, etc. Y se acepta que se debe castigar a quien comete tales actos.
Sin embargo, tristemente, el mundo ha “(r)deformado” sus leyes y aceptan hechos que antes no permitían.
Se está cumpliendo lo que dice la Biblia en Isaías 5:20: “¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo.”. Y, como la maldad se multiplicará antes del regreso de Cristo (Mateo 24:12), cada día veremos más y más injusticias que serán consideradas justas.
Aunque el hombre cambie sus leyes, Dios no las cambia (Él es inmutable) y no dejará sin castigo al culpable (Éxodo 34:7; Números 14:18). Nadie se puede burlar de Dios sin recibir lo que merece: cosecha (Gálatas 6:7-8).

4. Oración
Romanos 2:6-11. Dios pagará a cada uno conforme a sus obras. Cuando reconocemos que Cristo pagó nuestras culpas, nos arrepentimos de nuestros pecados y le entregamos nuestra vida para que sea nuestro Señor, recibimos la justicia de Cristo como si fuera nuestra. Es decir, somos justificados. “Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,”, Ro 5:1. “No juzguen según las apariencias sino juzguen con justo juicio.”, Juan 7:24. No tomemos venganza de las injusticias que recibimos.
Dejemos nuestra justicia en las manos de Dios. Él juzgará con equidad y rectitud.