DREAM THEATER | Fatal Tragedy o ¿qué le pasó a James LaBrie y Mike Mangini? | Live in CHILE 2019

Dream Theater se presentó en Santiago por 8va vez, como parte de la gira de su último disco Distance Over Time.

Segunda vez que los veo en vivo. La primera vez fue en 2006 para la gira de su disco Octavarium; quiere decir, este concierto fue 13 años después con Mike Mangini en la batería y la promesa de tocar Scenes from a memory en su totalidad, celebrando el aniversario 20 de su disco más exitoso.

Impresiones preliminares:

Soy pleno seguidor de su discografía hasta el álbum Systematic Chaos y les perdí un poco la pista en sus siguientes discos porque me comenzaron a parecer repetitivos con esas canciones que eran la segunda o tercera parte de un tema que estaba en algún otro disco, algunas buenas canciones entremedio pero con la fórmula sonora sin mancha (pocas novedades); es más su disco The Astonishing me alejó aún más de la banda y me hizo ver a un LaBrie incapaz de compartir las voces. Sin embargo, le di un chance a su último disco y lo disfruté mucho; hasta seguí una entrevista a Petrucci donde hablaba del proceso de grabación, en el que (a lo Rush) se fueron a vivir a una casa por más de un mes con sus familias, perros y gatos y se encontraron todos los días a cocinar, a improvisar y a armar, como si estuvieran en vivo, los temas de este disco, por lo que en la primera escucha se siente ya una mayor cohesión entre los músicos.

El concierto más caro que ha dado la banda hasta ahora en la ciudad, la entrada más barata estaba alrededor de CLP$27.000, unos US$35. El show pactado en un escenario que les es habitual y considerado como el espacio para conciertos de mejor acústica.

Existían dos elementos importantes con los que los asistentes iban a juzgar la presentación:

¿Cómo se iba a escuchar Mangini interpretando uno de los discos más queridos por los fans? algo así como si iba a ser capaz Mike Mangini de interpretar las líneas de batería que construyó Mike Portnoy (el baterista que grabó el Scenes from a memory)

¿Cómo iba a responder James LaBrie dado que había anunciado que estaba enfermo?

Impresiones del concierto propiamente:

La entrada estuvo un poco demorada, la hora de partida era a las 20:00 y a esa hora todavía había gente haciendo fila para entrar. El sistema de e-ticket (la entrada electrónica) trae sus bemoles y le quita harto encanto a coleccionar los tickets con el logo de la banda.

Me ubiqué, como en el primer concierto en el que los vi, enfrente y arriba del escenario. Cosa que recibiera el sonido de las torres realmente en estéreo. Cuando el sonido comenzó a saturar un poco, me puse unos tapones y pude escuchar todos los instrumentos claramente, incluyendo la voz.

Se comentó mucho de los problemas de sonido, la gente que estaba a la derecha del escenario escuchaba guitarra y teclado muy por encima del resto de instrumentos, los que estaban a la izquierda escucharon muy bien a Mangini, pero no tan claramente el resto de la banda y se habló de una saturación en varios puntos del auditorio. Esto ya había pasado en el concierto de Judas Priest el año anterior, donde se hizo imposible escuchar a Halford sin perder un pedazo de tímpano.

Se nota que estamos envejeciendo y es obvio que no podía esperar mucho movimiento o headbanging en el escenario, pero quizás por ser el último concierto de la gira, era evidente algo de cansancio.

La apertura estuvo bien, la parte audiovisual y las luces sin tacha alguna. Desde mi muy subjetiva visión sonora, el setlist hubiese quedado mejor configurado con los temas S2N y Paralized, en cambio de Fall into the night y Barstool Warrior, del nuevo disco. Además, faltó algún tema de los primeros 3 discos de la banda.

Llegó el momento esperado, la interpretación de Metropolis Part 2, me llegué a emocionar cuando Mangini reemplazó la estructura con platillos de Portnoy en uno de los segmentos instrumentales del tema Fatal Tragedy, por un redoble en los tubs superiores. Sin embargo, al llegar a Finally Free, donde todos esperábamos su manejo docto de un solo inigualable que dejó registrado en el disco Mike Portnoy, Mangini hizo algo que nadie entendió, que se escuchó muy raro, algo desencajado, en el contexto de un tema que cierra el primer disco conceptual de la banda.

La sensación final, un buen concierto, Mangini es un baterista de estudio pero frente a lo que vi en esa primera vez con la banda, a Portnoy le sobra todo el sabor que le hace falta a su otrora maestro de conservatorio. Esa percepción, quizás tiene que ver con el hecho del impacto de la primera vez o que en ese primer concierto hicieron un recorrido por casi toda su discografía (hasta ese momento)), incluyendo un medley o popurrí en el que tocaron parte de sus temas instrumentales, comenzando por Ytse Jam y pasando por un tema de Liquid Tension Experiment.

El momento WTF, cuando Petrucci se hizo detrás de una guitarra acústica pero estaba tocando la guitarra eléctrica. ¿Cómo para qué?