CHICHUCANCHA EN LA GUERRA CON CHILE | CHAVÍN DE HUÁNTAR ANCASH | JUNIO 1883
Автор: Grimaldo Pineda
Загружено: 2025-07-30
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GUERRA CON CHILE. Durante el convulsionado mes de junio del año 1883, las tropas del ejército chileno de las tres armas (infantería, caballería y la artillería) comenzaron a transitar en las zonas del departamento de Ancash. En el caserío de Chichucancha, un día del verano serrano, como de costumbre doña Eulogia se levantó muy temprano, abrió la puerta de su choza y colocó en la parte más alta una pequeña bandera de lana blanca de oveja que jugaba con el viento de la mañana y una pequeña antorcha con las hojas secas de maíz, la bandera anunciaba la venta de pan elaborado con harina de trigo y la antorcha anunciaba la venta de chicha de jora.
Muy temprano caminando sobre una gruesa capa de escarcha apareció la “wicha” Santosa, joven mujer con amplias polleras de saya negra. La joven pastora como de costumbre saludó como todas las mañanas a doña Eulogia, buenos días doña Eulogia, saludó la noble pastora; buenos días Santosa, ¿Cómo has amanecido?, contestó Santosa: "anoche he tenido un mal sueño, “yawar mayutami sueñorgho, yawar mayutami sueñorgho, imarak pasangha, imarak pasangha,” (he soñado río de sangre, he soñado río de sangre, no sé qué sucederá, no sé qué sucederá ), prosiguiendo dijo: "al despertarme me puse a cavilar acompañado por una pena que me dio ganas de llorar, no he podido dormir".
Yo tampoco he podido dormir, agregó doña Eulogia: " Los perros comenzaron a aullar a la media noche y no han parado hasta el amanecer, ¿Qué irá a suceder?". Hoy, tienes que llevar los animales con mucho cuidado por las alturas de Jato, no muy lejos, anda por Mitupampa, en esa pampa hay suficiente pasto verde y pozos con mucha agua cristalina. Luego, regresas temprano. Contestó Santosa: " Está bien doña Eulogia; si alguna cosa sucede yo vengo corriendo a avisarle, que diosito nos cuide en todo momento".
Doña Eulogia era una mujer de baja estatura de amplias polleras de color negro, le dijo: "No te preocupes Santosa, mañana en la tarde deben regresar desde el distrito de Chavín, Caurino y Viviano, con la venta de quesos y dos sacos de papa, traerán consigo las compras de tres onzas de coca, azúcar y sal para el mes, ya tendremos companía". Para su mirkapa de Santosa le trajo en ghepina de tela blanca dos mates de garamphis con garán de jatun rahuash cuchi, aderezado con abundante chincho y cebolla, en otro ghepi huk puku de suculento papa huayro con su rocoto molido. La noble pastora se levantó con su colorido jaku en la espalda, llevando consigo su alimento para el medio día y comenzó a caminar con pasos vacilantes, pues en su interior presagiaba malos augurios. Santosa se persignó y comenzó arriar sus ovejas, burros y vacas lecheras; junto a ellos iba su inseparable perra yanaurko, madre de los perros muru pachu y yana cutus. Al llegar a Mitupampa, los animales empezaron a comer el pasto fresco; los perros descansaban bajo la sombra de pequeños árboles; la pastora muy contenta los observaba sentada entre los ichus del Jatun Jirkan que era un mirador muy estratégico. Al medio día, sentada en una lomada, siempre atenta, comió su rico mirkapa, luego permanecía muy pensativa contemplando a los cerros circundantes, Jatun Jirkas que viven y se comunican según la cosmovisión del hombre andino.
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