EL PÁJARO QUE IMPLANTÓ UN RÉCORD GUINNESS HACE 50 AÑOS AÚN IMBATIBLE

La altitud de crucero común para la mayoría de los aviones comerciales es de 10.800 a 13.800 metros. El 29 de noviembre de 1973, un avión comercial que estaba volando sobre Costa de Marfil chocó con un buitre moteado –un Griffon de Rupell- a una altitud de 11.277m. El pobre buitre nunca lo supo, pero batió un récord hasta ahora no superado: es el ave que ha volado más alto que haya sido detectado. Hay muchas aves que vuelan a grandes altitudes, pero el incidente sorprendió porque no se pensaba que ningún ave fuera capaz de superar los 10.000m y convirtió al buitre moteado en el pájaro que vuela más alto.
Uno de los mayores retos de los animales que alcanzan grandes alturas es la falta de oxígeno a ese nivel. Por dicha razón este buitre ganó gran atención, pues solo él era capaz de tal hazaña. La forma en la que esta ave logra tales vuelos no fue descrita hasta 1988 en una revista científica, donde se explicó que la fisiología respiratoria del buitre de Rupell está configurada para una entrada efectiva de oxígeno, lo que le permite volar a grandes alturas sin experimentar hipoxia hipobárica. Hasta donde se sabe, ningún otro ejemplar ha alcanzado o superado los 11.277m de nuestra desafortunada ave de carroña