Por Qué el Dolor Después del Pecado No Es Castigo — Es Dios Protegiéndote

Este mensaje revela una verdad que muchos creyentes nunca llegan a reconocer: el dolor que sientes después del pecado no es castigo, sino un llamado protector de Dios, atrayéndote de vuelta antes de que el mismo patrón vuelva a herirte.

A la luz de la Escritura, exploramos la diferencia entre condenación y convicción, por qué la tristeza que viene de Dios conduce a la transformación, y cómo Él usa la incomodidad para reconstruir tu corazón, fortalecer tu carácter y liberarte de ciclos que antes te dominaban.

Este no es un mensaje de culpa, sino de restauración. Un recordatorio de que Dios no te abandona en tu caída, sino que se acerca para guardarte, corregirte y llevarte a una libertad más profunda.

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Pasajes bíblicos utilizados
2 Corintios 7:10
Romanos 2:4
Salmo 32:3–4
Salmo 51:8
Juan 10:27
Jonás 2:7
1 Juan 1:9
Santiago 5:16
Oseas 2:6

Este video fue creado con la ayuda de la inteligencia artificial, pero detrás de él hay un corazón humano—uno que vive, estudia y anhela compartir la Palabra de Dios a través de los “porqués” cotidianos de la vida.

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