Mi Mejor Amiga ARRUINÓ mi Vida Así que Después de RENACER no Cometí el Mismo Error

Cuando el príncipe me estaba cortejando, me regaló autos de lujo y mansiones, pero mi mejor amiga dijo que depender de los hombres era peor que depender de una misma. Yo creí sus palabras y, con firmeza, rechacé al príncipe, devolviendo todos esos regalos. Después de que el príncipe se marchara al extranjero con el corazón roto, murió al verse envuelto en una guerra y en el caos. Como resultado, yo obedientemente trabajé como una empleada de oficina de bajo nivel durante el resto de mi vida, matándome por un salario mensual de 5,000. Cuando caí gravemente enferma por el agotamiento, mi supuesta mejor amiga me dijo: estabas destinada a volar alto, pero eres simplemente demasiado estúpida. Todo lo que te dije, te lo creíste. Verte peor que yo calma mi corazón. Mientras yo ardía de rabia, ella aprovechó el momento para arrancar mi tubo de oxígeno, dejándome morir en la cama del hospital. Resultó que nada de lo que dijo fue nunca por mi bien. Miré al joven amo que estaba a punto de comprarme una mansión y sonreí, estar juntos, rechazar la riqueza, qué tonta fui en mi vida pasada.

En cuanto a mi mejor amiga, quiero que enloquezca de celos, pero que sea totalmente incapaz de tocarme lo más mínimo. Paula, ¿te gusta esta casa? Christian, frente a mí, abrió la puerta del auto y señaló la villa de estilo europeo que teníamos delante, con los ojos brillando de expectación, esperando mis elogios. ¿Es para mí? Levanté la vista aturdida hacia el animado Christian frente a mí, luego miré mis propias manos, blancas y delicadas, y solo entonces me di cuenta, con retraso, de que realmente había renacido, renacido en el momento anterior a rechazar a Christian, antes de que él se marchara con el corazón roto y muriera de forma prematura durante la guerra. La sonrisa en su rostro ahora era cálida y suave, como un rayo de sol. En mi vida pasada, mi mayor arrepentimiento no fue haber rechazado una inmensa riqueza, sino haber permitido que una persona tan profundamente afectuosa resultara herida por mi rechazo y muriera en el extranjero.