El Repilado - Cortegana por el río Caliente y el arroyo Carabañas, 19.12.21

Esta es una de las mejores rutas de la sierra, con esos paisajes indescriptibles que ofrecen las orillas de los ríos Caliente y Carabañas. Dividimos la ruta en tres tramos para facilitar su comprensión. El primero de los tramos discurre entre el Repilado y la desembocadura del arroyo de Cabañas en el río Caliente, a 3 kms de la población. El camino lo hacemos por la vereda de Aroche a la Nava, un carril en buen estado, preparado para el tránsito de vehículos si bien hay que cruzar en dos ocasiones el río Caliente por pasos de pescadores. Partimos de El Repilado. El pueblo comenzó siendo unos caseríos antiguos, con una posible posada, y alcanzó su gran auge a partir de la llegada del ferrocarril, formándose un nuevo Repilado alrededor de la estación del tren. Nosotros salimos de la estación ferroviaria de El Repilado, pasamos junto a la antigua subestación eléctrica de Santa Teresa y proseguimos hacia la depuradora. A los 3 kms, nos salimos del carril por la izquierda y bajamos a la desembocadura del arroyo de Cabañas en el río Caliente. El segundo tramo de la ruta son otros 3 kms paralelos al arroyo de Carabañas. Los primeros 500 metros discurren por la ribera, por un camino de cabras, hasta conectar con un carril de tierra. Este carril nos saca a la carretera entre Cortegana y el Repilado, donde cogemos un camino agrícola asfaltado hasta la Posada de Cortegana. El tercer tramo, de poco más de 4 kms, conecta la posada con la villa de Cortegana. Ahora el camino agrícola ya no se encuentra asfaltado. Avanzamos por la ruta conocida como la senda Tierra Blanca durante unos 400 metros e inmediatamente bajamos al arroyo de Carabañas para proseguir por un camino de cabras junto al cauce fluvial, este es el tramo más bello de la ruta, porque discurre por un precioso bosque de galería salpicado de molinos hidráulicos: es la llamada Ruta de los Molinos de Agua de Cortegana. El camino te servirá para entender la importancia que tuvieron los molinos harineros de Cortegana, construidos en el siglo XV cerca de ríos y arroyos. Molinos de rodezno y cubo, movidos por la fuerza del agua, un elemento etnográfico muy característico de la Sierra de Aracena. Cortegana contaba con una docena de molinos harineros de cubo y rodezno, que se distribuían por el arroyo de Carabañas. Los arrieros, con sus mulas, transportaban la harina por toda la provincia de Huelva. Estos transportistas disponían para su descanso de dos posadas de arrieros, una de ellas convertida a día de hoy en establecimiento turístico. El tramo final lo hacemos junto a un afluente del arroyo de Carabañas, por una empinadísima cuesta hormigonada, paralela a los picos de Monte Serrano. Al entrar en Cortegana, a la izquierda, observarás el castillo, el conjunto monumental que posee un mayor valor patrimonial. Todo apunta a que tiene su origen en el siglo XIII, aunque la Torre del Homenaje está fechada a finales del siglo XV, en tiempo de los Reyes Católicos. Forma parte de la denominada Banda Gallega, fortificaciones militares que se construyeron para proteger la tierra de Sevilla de las incursiones portuguesas. Por lo que concierne al sendero, mi recomendación es que hagáis esta ruta a la inversa para evitaros las cuestas. En nuestro caso,
la hicimos así porque el autobús de línea no nos combinaba de otra manera. El autobús de línea es una buena opción para hacer esta ruta lineal.
El autobús Damas para en la glorieta del Doctor Fleming, por encima de la gasolinera. Es la única parada. Pasa a las 17:10 procedente de Rosal de la Frontera. Si te falla esta opción, puedes recurrir a Jaime, el taxista, teléfono 600 291 100. Mi segunda recomendación es que no vayáis a comer a el restaurante El Pontón, como hicimos nosotros. En primer lugar, porque está demasiado alejado del pueblo y de la parada de autobús. En segundo lugar, porque el restaurante te va a resultar caro y no te ofrece nada especial.