LA SORDERA Y EL ARTE

El primer artista sordo que tenemos constancia en nuestra historia y que además gozó de una educación especial, es la de un muchacho de la Antigua Roma llamado Quinto Pedio.

La genialidad artística de muchos de los artistas sordos choca con las barreras que interpone una parte de la sociedad.

La falta de audición puede condicionar al artista a representar sus obras con una sensibilidad y expresividad distinta a las de los oyentes. Un claro ejemplo lo encontramos en la música: Beethoven. A medida que iba perdiendo capacidad auditiva, las frecuencias que oía peor, las usaba menos, por eso dejó de utilizar los registros más agudos, componiendo con notas más graves. O Goya y su sordera sobrevenida, que le llevó a un cambio estilístico proporcionando nuevas maneras de expresar sus sentimientos.

En este video realizamos un recorrido por algunos artistas geniales que padecieron diferentes niveles de sordera.

Escribió Víctor Hugo:
“que importa la sordera del oído cuando la mente oye. La verdadera sordera, la incurable, es la de la mente” (Víctor Hugo).

Edita: Cayetana Costales
Locuta: José Constantino García Medina