CALAÑAS (MOLINO DE LA HIGUERA/BEAUTIFUL TRADITIONS) - HUELVA

Molino harinero, río y puente, prometedores elementos que van a enaltecer y embellecer las próximas imágenes, las cuales tendrán lugar en el término municipal de Calañas, muy cerca del de Zalamea la Real, en el Andévalo onubense.

Comenzamos las imágenes con el río Odiel, el principal eje vertebrador fluvial de la provincia de Huelva, atravesando la misma de norte a sur.

Entre los altos cabezos, el río recorre las tierras calañesas. El Odiel, encajado en una falla, se desliza entre peñascos con sus aguas cargadas de óxidos metálicos.

En las imágenes podemos apreciar la gran riqueza de colores que presenta las aguas de este río, predominando el verde, debido a un cambio químico del estado de oxidación del hierro. Este cambio químico ha permitido también el desarrollo de formas de vida únicas como las bacterias acidófilas y las algas que pueblan los fondos de sus remansos. Por el contrario, ese hierro en disolución ha ido tiñendo de tonos rojos y anaranjados las rocas y arenas de sus orillas.

Avanzamos lentamente aguas abajo y observamos el puente del Villar, aunque poco antes tropezamos con restos de grandes pilones de lo que fue el antiguo puente de Calañas a Zalamea, que era muy utilizado como paso de bestias.

El puente del Villar se encuentra situado en la carretera A-478, denominada “de Zalamea la Real a Calañas”. En el punto kilométrico 18 de dicha carretera (de una longitud total de 23,96 kilómetros) se encuentra este bonito puente carretera, salvando las aguas del río Odiel.

Entre el puente del Villar y la ermita de la Virgen de la Coronada, en Sotiel Coronada (pedanía de Calañas), discurre una preciosa ruta fluvial por el río Odiel. Durante casi 12 kilómetros se va caminando por la orilla del río, utilizándose buena parte de este recorrido la plataforma del antiguo ferrocarril de las minas de Tinto y Santa Rosa, disfrutando de un maravilloso paisaje natural donde encontramos puentes, acueductos, túneles, antiguas minas y molinos harineros.

En el curso de este río podemos encontrar un buen número de molinos harineros, abandonados, que estas aguas han movido a lo largo de cientos de años.

El Odiel, poco rentable para usos agrícolas por carecer de amplias vegas en sus orillas, sí era imprescindible como fuente de energía para panificar las cosechas de cereales sembradas en zonas periféricas.

La corriente del río, a través del azud, es aprovechada para el girar de rodeznos y así lo intuyeron los constructores de aquellas máquinas del pasado.

Uno de estos molinos es el molino de la Higuera, el cual lo observamos por la orilla izquierda del río mientras avanzamos suavemente aguas arriba (margen derecha del río).

Este molino parece que fue construido sobre finales del siglo XVI o principios del XVII. Se trata de una edificación construida en piedra unida con argamasa. La planta es cuadrangular de esquinas redondeadas con 5 metros de lado. Su estado de conservación es muy deficiente.

Con los colores del río y sus orillas y con el azud o represa del molino, despedimos estas imágenes.


Nota: Imágenes, vídeos, música o textos pueden haber sido cedidos por amigos y colaboradores del canal pero siempre sin ánimo de lucro.