El Santo de los Quebrados | Dark Country en Español

“El Santo de los Quebrados” es un himno dark country para todos los que cargan cicatrices en silencio. Una balada del polvo, del bar donde se esconden los pecados y donde solo los rotos encuentran refugio.
Aquí no hay altares ni sermones: solo un forastero que fue diablo y volvió a casa para proteger a los que el mundo dejó atrás.

En esta historia western-gótica, la Dama de Blanco, el Lobo guardián y un narrador marcado por su pasado crean una atmósfera dura, espiritual y llena de sombras. Un canto para las almas perdidas que buscan un lugar donde respirar sin ser juzgadas.

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Lírica:El Santo de los Quebrados

En la cantina del polvo, donde el sol no se asoma, Se juntan los perros viejos, persiguiendo su sombra. El que enterró a su sangre, el que vendió su fe, Bebiendo el mismo veneno para no tener que ver.

Yo no traigo sermones, ni luz de catedral, Traigo un fósforo sucio pa’ este frío mortal. La Dama de Blanco entra, sin tocar el suelo, Y el Lobo en la puerta... le gruñe al miedo.

Dicen que son madera que ya no va a prender, Pero en el fondo del vaso, yo los veo arder.

Soy el santo de los que nadie abraza, Sin altar, sin corona, la oveja negra de casa. Si Dios vive muy alto y no se quiere manchar, Yo me tiro al lodo para enseñarles a andar.

No vendo paraísos, ni pido confesión, Solo ofrezco un trago... y un poco de compasión. Soy el santo de los que nadie abraza... Porque yo fui el diablo que volvió a casa.

Llega uno con rabia, oliendo a pólvora y ayer, Le tiembla la mano, no sabe qué hacer. Me grita: “¿Dónde está el cielo? ¡Si aquí solo hay dolor!” Le digo: “El cielo está lejos, pero aquí tienes licor”.

Le hablo de tumbas abiertas, de la noche sin fin, De cuando la soga al cuello me enseñó a vivir. La verdad no te cura, pero te hace de hierro, Y aquí las cicatrices son mapas del encierro.

Si el mundo los escupe, yo les abro el portón, Que juzguen los limpios... yo tengo otra misión.

Soy el santo de los que nadie abraza, Sin altar, sin corona, la oveja negra de casa. Si Dios vive muy alto y no se quiere manchar, Yo me tiro al lodo para enseñarles a andar.

No vendo paraísos, ni pido confesión, Solo ofrezco un trago... y un poco de compasión. Soy el santo de los que nadie abraza... Porque yo fui el diablo que volvió a casa.

Una noche en el monte, entre cruces de sal, La Dama de Blanco me dijo: "No todo es el mal". El Lobo me miró, con ojos de hermano, Y supe que el milagro... es tender la mano.

Si San Pedro me cierra la puerta en la cara, Me quedaré afuera, donde la gente dispara. Prefiero el infierno con mis camaradas, Que un cielo vacío con almas cerradas.

Soy el santo de los rotos... El patrón de la causa perdida. No busques luz divina, ni gloria, ni altar... El milagro es que estamos vivos... ...y volvemos a respirar.