Miguel Bosé y el día en que una incómoda pregunta lo puso en aprietos

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Este fue el momento en que una fanática dejó perplejo al cantante, Miguel Bosé cuando le preguntó en vivo sobre sus gustos y preferencias que en la década de los 80 ya era un secreto a voces.
CORTINA DE PRESENTACIÓN
Era 1977 cuando un jovencito Miguel Bosé hacía su gran debut en un programa de televisión española. Allí frente a su madre, la modelo y socialité, Lucía Bosé y su padre, Luis Miguel Dominguín, derrochaba todo su talento no solo vocal, también su destreza con la danza. Un estilo de danza que alzaba muchos rumores y que a su padre no le hacía gracia, pues venía de una casta de toreros. De machos, rudos y seductores incorregibles.

Por muchos años, Miguel Bosé luchó por encontrar la aceptación de su padre, pero por más que se esmerara nunca lo consiguió. El español había llegado para romper moldes y estructuras dictados por la sociedad. La ropa ceñida con brillos y lentejuelas, dejaba con la boca abierta a los conservadores de la época. Empezaron a hablar de sus gustos y preferencias, pero todo como un secreto a voces; es decir, nadie se lo preguntaba directamente hasta que un teléfono abierto en un programa televisivo lo puso en aprietos.

Ni Miguel ni el conductor daban crédito de tal pregunta y, a media sonrisa, le pidió a la mujer detrás del teléfono que lo replanteara. Creía que dándole esta segunda oportunidad sería todo lo contrario, pero no. Ella terminaría por darle la estocada final.

Por más de 26 años, Miguel Bosé mantuvo una relación lejos de los reflectores con Nacho Palau y juntos, tuvieron 2 pares de gemelos bajo la modalidad de "vientre de alquiler". Luego de ello, Miguel ya no tenía problema en gritarlo abiertamente; sin embargo, lo negó rotundamente en aquella llamada de 1983.

Al igual que a Tiziano Ferro, a Miguel Bosé su disquera lo reprimió. Hablar abiertamente sobre su sexualidad podría costarle su fama bien ganada, por eso hasta en los 90 y 2000 siguió negándolo.

Repartía besos publicamente con mujeres del medio. Tenía esa imagen de seductor, pero era todo lo contrario. Miguel amaba a un solo hombre, quien lo esperaba bajo las sombras esperando que se apagaran las cámaras y se desvanecieran los aplausos.
Así como es como Miguel Bosé decidió sacrificar ese lado de libertad por su carrera. Una carrera que le ha traído muchas satisfacciones, pero ¿valía la pena? hoy, vive solo con sus hijos. Perdió la voz por varios años y cuando lo miras, te das cuenta de la gran tristeza que carga. Tal vez sea esa tristeza de no poder vivir libremente sin tener a alguien cuestionándolo detrás de un computador o un micrófono.