Romería Sopeña 2025

La romería de la virgen de Sopeña de san Andrés del congosto es también conocida como "El encuentro de las cruces” se viene celebrando a finales de mayo o principios de junio.
Esta fiesta se venía celebrando desde tiempo inmemorial, algunos documentos ya recogen esta festividad sobre el año 1610.
En este día único en el año, los alcaldes, vecinos y feligreses de los pueblos de Alcorlo, Congostrina, La Toba, Membrillera y San Andrés acuden con sus cruces procesionales al lugar donde cuenta la leyenda se apareció la Vírgen de Sopeña. Lástima es que en la actualidad no todos los pueblos acuden a esa celebración.

El encuentro de todos ellos se produce al mismo tiempo, a una hora acordada previamente, que suele ser al medio día.
Normalmente es el alcalde de cada pueblo quien porta la cruz procesional.

Esta tradición estuvo perdida durante un tiempo a finales del siglo pasado pero hace ya algo más de un par de décadas se recuperó nuevamente.
La romería comienza sobre las 12:15 desde la Iglesia del pueblo de San Andrés del Congosto, dirigiéndose hacia el punto del encuentro, un lugar ubicado en la vega.

Es en ese mismo lugar donde cuenta la historia que se apareció la Virgen de Sopeña.

Actualmente hay allí un monolito con un texto informativo sobre ello.
Ese día tan señalado, algunas mujeres, mayores, mozas o niñas visten sus llamativos trajes regionales, dándole al evento un toque muy vistoso y llamativo.

La procesión está amenizada por dulzainas y tambores con melodías típicas de la comarca. Una vez reunidas allí las Cruces procesionales, se saludan entre ellas, el párroco suele decir unas palabras o un salmo y a continuación se comienza el retorno en procesión hasta la Iglesia del pueblo de San Andrés, ya en procesión con todas las cruces que ese año asistieron al evento,

Una vez de nuevo ya en el pueblo, en la Iglesia, se celebra una misa, seguida de una procesión por algunas de sus calles, que concluye con la típica subasta de maneros de la Virgen y ofrendas.

La fiesta continua luego a orillas del Bornoba, en una pradera conocida como “La Raigá”, los asistentes son invitados a degustar las típicas migas de la comarca, regadas con un buen vino tinto de la zona.

Los visitantes que ese día acuden a la romería son siempre bienvenidos reinando con ello la fraternidad entre los pueblos y la alegría de la fiesta entre los presentes. La tarde continua ya con coloquios, saludos, rifa y juegos.