Música electroacústica mixta (fixed media) (solo audio) - Trasaltar - José Eduardo Guillén Álvarez

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"Trasaltar" es una composición para percusión (una mesilla de noche) y electrónica (2 altavoces en estéreo), por lo que forma parte del repertorio de música electroacústica mixta.

Fue grabada el 1 de mayo de 2022, en la sala EA! Teatro, en la ciudad de Albacete. Mientras que su creación se data en el período que abarca febrero y abril de 2022. Su interpretación vino a cargo del percusionista profesional Manuel Alcaraz Clemente al cual expreso mi gratitud.

Como también doy las gracias de manera general a las personas involucradas en el Aula de composición con medios electroacústicos, que organizaron la XIII edición del ciclo de conciertos de música electroacústica Human Changes, donde participó "Trasaltar".

Notas al programa:

Existe un lugar en diversas iglesias o catedrales llamado trasaltar, una sala localizada como su nombre indica, detrás del altar mayor, que alberga en ocasiones un valor espiritual que supera al del propio altar. Tal y como si lo que realmente parece protagonista por estar en un lugar más vistoso, el altar; no lo fuera, y la real pieza esencial que alberga la singularidad devota del edificio religioso (ya sea reliquia o patrón), se escondiera en el trasaltar. Esto ejemplifica la idea de “más allá”.

Muchas personas, consideramos que lo más importante y trascendente de una persona es su voluntad o alma. Curiosamente, existen muchas opiniones acerca de que existen varias “capas” en el ser humano, el físico en lo más superficial, la psicología en un nivel intermedio y en un nivel de mayor trasfondo espiritual, esta voluntad y/o alma.

Uno puede fijarse en este razonamiento acerca de las “capas” del ser humano cuando hace deporte. Ya que puede sentir que su capacidad física no da de sí sin una buena psicología, necesaria para seguir hacia adelante en una maratón, sin dejarse llevar por el dolor o cansancio temprano del ejercicio. Pero, en el ámbito mental o psicológico, también intervienen factores hormonales que se pueden ver condicionados por la actividad puramente morfológica.

Sólo esta última capa, que es la más profunda, la que va “más allá”, es la que puede dictar el seguir hacia adelante, aunque nuestro cuerpo y mente estén al límite (nuestra consciencia o voluntad). Tal y como si nuestro cuerpo fuera un templo y la mente el altar, el trasaltar sería la última capa de nuestro ser, donde se encuentra la singularidad en este caso, de nuestra consciencia en su estado más puro.

En un plano técnico, en esta obra se juega con la idea de continuidad formada por discontinuidades. Así, todos los sonidos electrónicos nacen de la mesilla de noche, y a través de síntesis granular, se obtienen pistas de larga duración que nacen a partir de un golpe seco. Durante toda la obra, también se introducen alturas creadas desde sonidos percusivos indeterminados y que contrastan con los sonidos de la mesilla. Tanto es así que se buscará una conclusión basada en los sonidos agudos de la electrónica, que contrastan con el timbre más bien oscuro de toda la obra.